El aperitivo de quemar neumáticos en la plancha del Zócalo le dejó un buen sabor de boca. Incluso, la buena experiencia y la hospitalidad del Distrito Federal lo hacen pensar en las ganas de comerse -con la cuchara grande- el Gran Premio de México de la Fórmula Uno.

El piloto español Carlos Sainz, de la escudería Toro Rosso, cuenta los días para hacer rugir su motor en el renovado Autódromo de los Hermanos Rodríguez, un recinto mítico para el automovilismo mundial.

“ Es un privilegio correr donde corrieron leyendas como Senna y Alain. Igual que cuando vas a circuitos con historia como Mónaco, siempre te da un extra, una sensación especial. Correr en la F1 en un circuito histórico como el Hermanos Rodríguez, pues siempre tiene un significado especial que te hace tener esas ganas de acelerar”, menciona Sainz para el especial de octubre de la revista The Red Bulletin, con miras a la parada en México de la Fórmula Uno.

El recuerdo sigue fresco. El furor de miles de aficionados sigue latente, tan potente como los motores RB7 que marcaron el trazado del Zócalo, en la gira promocional de Red Bull en nuestro país.

“Es bueno para uno, bueno para México y bueno para el deporte. Me siento muy contento. México es uno de esos países con historia, que ya han tenido un Gran Premio en el pasado. Para la F1 siempre es bueno regresar a los circuitos de la vieja escuela, en donde ya han corrido personajes como Ayrton Senna y Nigel Mansell.

“La exhibición del coche es una gran oportunidad de explicar de qué está hecho el Gran Premio. La experiencia fue muy positiva. Fue el evento perfecto para que todos nos la pasáramos genial. Fue muy bonito en verdad, se nota que los mexicanos son muy parecidos a los españoles, con mucha pasión por el deporte y mucha pasión por los coches”, dijo el piloto de 21 años, quien se dijo identificado en nuestro país por la cultura “ habla hispana”.

No duda del cariño y del apoyo de los mexicanos en la tribuna del Hermanos Rodríguez.

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