Maltrata a endeble rival

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Otro paso firme hacia Rusia. La Selección Nacional goleó 3-0 a Honduras con lo que llegó a 13 unidades en el hexagonal final, que encabeza sin oposición alguna. Los tantos de Oswaldo Alanís, Hirving Lozano y Raúl Jiménez, ocultaron el mal juego que dio el equipo de Juan Carlos Osorio, quien ayer cumplió 56 años.

Porque la goleada era esperada ante un equipo catracho pobre. Ante esto el Tri debió hacer mucho más, porque a pesar del marcador, en la forma de juego se quedó a deber, pues con tal plantel y capacidad hay que exigir mucho más, y sobre todo ante un equipo tan débil como el hondureño.

Esa es la buena noticia. Y la mejor es que se viene el rival fuerte del área, Estados Unidos, al que hay que ganarle sí o sí.

Con cuatro bajas obligadas: Rafael Márquez, Andrés Guardado, Néstor Araujo y Jurgen Damm, Osorio se dio el lujo de dejar en la banca a su máximo goleador, Javier Hernández, al que simplemente no tomó en cuenta.

Lo que mandó a la cancha, un 4-3-3 con Jonathan Dos Santos y Héctor Herrera como soportes y Carlos Vela, Raúl Jiménez, Jesús Corona y Giovani como armas ofensivas, fue suficiente, porque jugando a medio gas, se dio cuenta que el rival que en sus pasadas visitas fue incómodo, ayer fue sólo un observador más.

Jorge Luis Pinto, hombre táctico como se autonombra, decidió volverse matemático y por superioridad numérica tratar de controlar la media cancha. Cuando el Tri se sentía agobiado saltaba líneas, y cuando encontraba espacios ponía el balón al piso.Pero todo esto sirvió sólo para que Herrera probara de lejos a Escober. No más.

A la primera que intentó, Jesús Manuel Corona hizo que amonestaran a Jonhy Palacios, a la segunda provocó el tiro de esquina del cual nació el gol gracias a un excelente remate de Oswaldo Alanís (34’). La respuesta de Honduras fue la clásica “hacha” .

La visita salió a la segunda parte como si no hubiera pasado nada en la primera; México siguió el juego. El tono gris del juego se siguió agrandando, sólo los destellos que mostraba Corona.

El primer movimiento de Osorio fue por necesidad: Carlos Salcedo se lesionó y en su lugar entró Jesús Dueñas; enseguida Hirving Lozano tomó el lugar de Giovani

Con base en su velocidad, el Chucky rompió la línea de hasta seis defensores catrachos, aprovechó un servicio perfecto de Herrera y aunque le puso drama a la definición, metió el segundo sacando al portero Escober (64’).

Dos minutos después Lozano regresó el favor y le puso un servicio medido a Raúl Jiménez, quien definió con clase (66’). México se tardó, pero al final demostró su superioridad. La buena noticia es que se llegó a 13 puntos, Rusia está más cerca, y viene Estados Unidos, con el que hay que mejorar.