El viaje de más de 12 mil kilómetros hasta el otro extremo del orbe quedó olvidado casi de inmediato. La Selección Mexicana ya está en la sede de su primer juego dentro de la Copa Confederaciones y el primer cliché fue destrozado, porque sus integrantes fueron recibidos de manera bastante cálida.

Vladimir Leonov, ministro de Deportes de la República de Tatarstán, a la que pertenece Kazán, encabezó la ceremonia de bienvenida al Tricolor. Muestras de la comida y vestimenta típicas del lugar aderezaron la llegada de Juan Carlos Osorio y sus futbolistas.

Ya en un plan menos distendido, el colombiano afirmó que cuenta con plantel completo para enfrentar el domingo a Portugal.

En el partido eliminatorio ante Estados Unidos, el estratega no pudo contar con Néstor Araujo, Rafael Márquez, Miguel Layún y Andrés Guardado, por molestias físicas.

“Contra Honduras y Estados Unidos guardamos y cuidamos mucho a los jugadores. Todos están para jugar. De hecho, entrenaron esta mañana y todos van a estar para el fin de semana”, aseguró el timonel, cuyo equipo marcha líder en el camino al Mundial.

Osorio reiteró que el objetivo del Tricolor es aspirar a lo máximo, para lo cual confía en el nivel que han mostrado los jugadores a nivel individual y colectivo.

“Creemos que venimos a una competencia de alto nivel y estamos de acuerdo con la apreciación. México pasa por un buen momento, el equipo juega muy bien y venimos a darlo todo por tratar de ganar y llegar a la final”, apuntó.

Respecto al duelo con el conjunto lusitano, el sudamericano consideró que “es una oportunidad extraordinaria de competir con el actual campeón de Europa y contra uno de los mejores jugadores del planeta [Cristiano Ronaldo]”.

Mientras tanto, Márquez —quien se recupera de una operación en la rodilla, asegura estar listo para enfrentar al equipo commandado por CR7. 

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