Guadalajara. - Y llegó la doce. 
Las Chivas Rayadas del Guadalajara se proclamaron campeonas del Clausura 2017 al derrotar en el juego de vuelta 2-1 a Tigres, y acumular un 4-3 en el global.

Con este título, las Chivas rompen una sequía de 10 años y medio sin título  (Apertura 2006 fue el último), y alcanzó a las Águilas del América en campeonatos logrados en la era profesional.

Y Jorge Vergara gana su segundo título de Liga en el primer torneo en el que decidió quedarse callado y alejado del equipo.

Alan Pulido, ex Tigre  y  José Juan Vázquez fueron los héroes del Rebaño, e Ismael Sosa le dio esperanza a los felinos que se quedaron en cinco títulos.

Chivas continuó con lo que hizo en el Universitario: jugar metódicamente, no arriesgando de más, sólo cuando era necesario realmente, teniendo como premisa la parte de recuperación del balón o en todo caso aislar a André-Pierre Gignac y Javier Aquino, de la pelota. Tigres lo resintió. Aisladas sus figuras comenzó a frustrarse, comenzó a desesperarse muy pronto, porque sabiéndose superior, no creía lo que pasaba en la cancha. Hasta que pasó. Osvaldo Alanís se aventuró hasta más de media cancha, hasta el callejón del área felina y mandó un centro pasado que llevaba el nombre de Alan Pulido en él, y éste, el ex Tigre, el renegado, olvidó su pasado y vivió el presente al tomar el balón de volea y cruzar a un desangelado Nahuel. El estadio Chivas se volvió uno solo.

La mancha amarilla de los colados felinos se disolvió y apareció un mago de nombre Rodolfo Pizarro. El ex de los Tuzos, se convirtió en la válvula de escape de las Chivas, utilizando la filigrana no sólo para hacer gritar a la tribuna, sino para abrir espacios, los que no fueron aprovechados por Pulido y Orbelín Pineda.

Tigres empujó. Como animal herido se volvió más fiero, pero las uñas no estaban afiladas y la situación de más peligro que tuvo fue aquella en la que Rodolfo Cota se enredó con el balón en los pies, lo que provocó que Gignac llegara a estrellarse con él. Fuera de eso, los felinos no rugieron y hasta terminaron toreados. Si el primer tiempo Chivas jugó por nota, en el segundo comenzaron a tocar la canción completa.

Con el tiempo de su lado, el Guadalajara comenzó a desesperar a Tigres, un Tigres que adelantó filas, mas no así su juego. El único problema que provocó fue bien resuelto por Rodolfo Cota quien venció a Sosa en mano a mano. Comenzó el ajedrez. Ferretti decidió controlar la media cancha con la entrada de Lucas Zelayarán, pero desprotegió su lateral izquierda al sacar a Acosta y meter ahí a Jesús Dueñas. Almeyda respondió con la entrada de Carlos Fierro para que jugara por esa misma zona. Y el cambió le resultó al argentino. Fierro desbordó y provocó un tira-tira, en el que finalmente el balón entró a la portería proyectado por el “Gallo” José Juan Vázquez (69’).

El estadio estalló y Nahuel también, que perdiendo la clase fue a perseguir al bandera que corría al medio campo. Otra vez con ventaja de 2-0 para Chivas; otra vez Tigres 2-0 abajo. Igual que en la ida. El bombardeo de los felinos comenzó,  y empujones y riñas logró acercarse con un tiro de fuera del área de Ismael Sosa (88').

El tiempo adicional marcó cinco minutos que se les hicieron eternos a Almeyda y diminutos a Ferretti.

Último minuto, Sosa entra área y Salcido juega al límite. Parece penalti, Ferretti lo grita, el árbitro no lo marca.

Lo que sí marca es el final y Chivas logra la doce, la segunda en la era de Jorge Vergara...

Ahora sí, puede decir que es de los más grandes.

hgm

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