Ante la soledad de una tribuna vacía, Cruz Azul sufrió una remontada de 3-1 por parte de los Tiburones Rojos, en juego a puerta cerrada que abrió la actividad de la fecha 12 del Torneo Clausura 2017.

Incondicional. Así fue el apoyo de la afición jarocha en las inmediaciones del Luis “Pirata” Fuente, estadio que cumplió un juego de veto por los actos de violencia de la porra local en la pasada fecha siete.

Desde la llegada del camión de los Tiburones y hasta en el calentamiento, cánticos del exterior hicieron eco en el interior del recinto.

Tras el silbatazo inicial no se escucharon aplausos. En su lugar, intensos gritos desde las zonas técnicas. Cruz Azul, que saltó a la cancha sin el uruguayo Martín Cauteruccio, no tardó en mostrar dominio y una rápida recuperación de balón. Incluso, de forma temprana se llevaron tarjeta amarilla para el paraguayo Jorge Benítez, a los 11 minutos.

Ambas escuadras subieron de tono la intensidad, con más juego físico que táctico, hasta que Veracruz tiró a la basura la oportunidad de hacer daño: Eduardo Herrera, perfilado a recibir un centro dentro del área, fue empujado por el argentino Julián Velázquez, y así el juez central Alfredo Peñaloza marcara penalti a los 21 minutos. Al cobro, Leobardo López que no pudo vencer al guardameta Jesús Corona, luego de atajar un regalo al centro.

Enorme pesar para la localía y su técnico Juan Luna, quien por breves momentos estuvo en silencio, mientras que la zona del estratega español Francisco Jémez explotaba en indicaciones, aprovechando la inyección anímica de los Cementeros tras salvar sus redes.

Todavía, a los 32’, La Máquina se salvó de un segundo penalti tras un derribe de Velázquez sobre Lalo Herrera; Peñaloza perdonó.

Tres minutos después, Jorge Benítez se encargaría de abrir el marcador para los Celestes tras un centro del ecuatoriano Ángel Mena. Y poco antes de irse al descanso, el chileno Martín Rodríguez y el argentino Christian Giménez estuvieron cerca de aumentar la ventaja. Pecaron de mala puntería.

Para la segunda parte, los ánimos en los escualos se renovaron. Presionados por los notables gritos del timonel Luna, los Tiburones emergieron desde su abismo para morder la remontada: a los 54’, Lalo Herrera igualó tras un pase de cabeza de Cristian Pellerano; a los 80’, Benítez falla una clara y Veracruz aprovecha en contragolpe con un golazo de Édgar Andrade, quien ingresó de cambio por Jehu Chiapas; cinco minutos después, el uruguayo Adrián Luna definió el 3-1 que terminó por descarrilar a La Máquina en un silencio incómodo, en casa ajena.

Con la vuelta de pizarra, la escuadra cementera es decimoquinta de la General, con 10 puntos, situación que podría empeorar con triunfos de Necaxa y Puebla. Mientras, los escualos sobreviven al sumar en el Cociente —donde son últimos—, y por llegar a 12 unidades, en el decimocuarto lugar. 

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