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El pesado fantasma que carga el América desde el año pasado volverá a hacerse presente en cuanto suene el silbatazo que abra su actividad en el Mundial de Clubes.

En aquella ocasión, las Águilas ya se veían en semifinales jugando contra Barcelona, olvidaron primero derrotar en cuartos de final al campeón de Asia y de China: Guangzhou Evergrande, equipo que les dio una lección de humildad al vencerlos por 2-1.

El ganar el quinto lugar al superar por 2-1 al Mazembe de Congo fue un pobre consuelo que no acalló las críticas por el ridículo realizado a más de 11 mil kilómetros de distancia de México.

Ahora, las Águilas renovadas con el estímulo que da ser finalistas de Liga en su año de centenario y con Ricardo La Volpe al frente, esperan no volver a cometer ese error: subestimar al rival.

Rubén Omar Romano, ex técnico del América, afirma que si los jugadores azulcremas “aprendieron de lo que sucedió el año anterior, se unen como grupo y sobre todo, no subestiman al rival”, podrán aspirar a verse las caras contra el Real Madrid en semifinales.

“La experiencia de los jugadores será vital. Si aprendieron de lo que les pasó, más allá del cambio de técnico [Ricardo La Volpe por Ignacio Ambriz], habrán dado un paso importante”, reitera el argentino, quien llegó a México en 1980 para jugar con los entonces Canarios.

El contrincante del América en esta ocasión será el Jeonbuk Hyundai Motors de Corea del Sur, club fundado hace 21 años y que tiene como arma principal a tres jugadores brasileños en sus filas.

Romano es claro: “No hay partidos ganados antes de jugarse, y eso, los jugadores deben saberlo muy bien. América tiene futbolistas espectaculares y un juego muy ordenado, pero si no lo reflejan en la cancha, de nada sirve”.

Además del prejuicio al contrincante, el año anterior, las Águilas también tuvieron que lidear con problemas internos, celos entre compañeros, los que se reflejaron en el mismo terreno de juego.

“Hoy se ve, desde afuera aclaro, que todos están conscientes de que un equipo juegan 11 nada más de inicio y que hay que tener una banca comprometida donde cualquiera le puede quitar el puesto a cualquiera. Parece que eso ha mejorado en el equipo y también la disciplina interna y externa”, manifiesta Romano, quien dirigió a los de Coapa en el Torneo Clausura 2008.

“Subestimar —agrega el director técnico—, es lo peor que le puede pasar a un plantel. Ayer [en la semifinal Águilas-Rayos] se demostró que un plantel más superior que otro no gana sólo con la camiseta. América no tuvo mucha llegada, pero fue inteligente, defensivamente, y tuvo pegada”.

La madrugada del domingo en México se verá si el América aprendió la lección o si vuelve a tropezar con la misma piedra.

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