Monterrey.— Cruz Azul se paró de tú a tú frente al líder de la competencia los Tigres, jugó con ventaja de un hombre por espacio de diez minutos, pero eso no le alcanzó para derrotarlo por lo que salió con un empate a cero goles, que sólo sirve para darle un poco más de vida al proceso tan cuestionado de Tomás Boy en la dirección técnica del equipo.

El punto no le sirve de mucho a La Máquina que sigue navegando en la mediocridad con tan sólo 12 unidades en el torneo.

En tanto que los Tigres, que más que nunca fueron superados por un equipo, se aferraron al liderato con 23 unidades, a la expectativa de lo que hagan hoy los Xolos de Tijuana, que con un triunfo sobre Santos Laguna, puede tomar por asalto la punta del torneo.

Cruz Azul a pesar del buen juego que dio, no puede regresar tranquilo a la Ciudad de México. Los Cementeros siguen siendo un equipo al que le gusta tener la pelota y pasearla, pero con tanta posesión lo que se pierde es sorpresa al frente, en tanto que en defensa siguen siendo sólidos durante la mayoría del juego, pero distraídos, lo que hace que los minutos finales sean casi siempre de angustia.

Si algo hay que destacar de los azules fue que prácticamente secaron a André-Pierre Gignac. Entre Enzo Roco y Francisco Silva desesperaron al francés que no tuvo una clara de gol.

Cruz Azul, con la inclusión de Joffre Guerrón, tuvo sendas llegadas de gol, jugadas terminadas pero que no exigieron a fondo al portero Nahuel Guzmán.

La salida de Silva por lesión, hizo que la Máquina le diera la iniciativa a los felinos, que al inicio del segundo tiempo comenzaron a pisar el área contraria, sobretodo gracias a la enjundia de Andy Delort, pero al final, el nuevo refuerzo galo se le acabó el gas y fue devorado por la zaga visitante.

Guerrón junto con el “Chaco” Giménez fueron los que más intentaron por los capitalinos. Mas el argentino no llegó con la puntería afinada y el ecuatoriano hizo las de siempre, tragar de comerse la gloria entera, cuando ni siquiera a probado un poco de labor en equipo.

A diez minutos de que terminara el partido, los ánimos terminaron de calentarse, tanto dentro como fuera de la cancha.

Fuera, Tomás Boy se gritoneaba con Nahuel Guzmán, y dentro, Guido Pizarro era echado por un manotazo a la cara de Giménez.

Jorge Benítez entró por al acelerado Guerrón e intentó con su potencia tratar de dar el golpe de suerte para los azules, pero si con once es difícil llegarle a los Tigres, con diez siempre es más complicado.

Al final, Cruz Azul, a pesar de que tuvo en un vilo al líder, a uno de los cuadros más poderosos del futbol mexicano, el empatar no lo puede dejar satisfecho. El quedar abajo de la media tabla no deja orgulloso a nadie, a pesar de que dejaron en cero a los Tigres, una máquina en ofensiva, a pesar del sistema recalcitrantemente conservador de Ricardo ‘Tuca’ Ferretti.

Tigres sigue invicto, pero con el liderato colgando de un hilo. Cruz Azul les dio una sopa de su propio chocolate, les quitó el balón y los hizo ver mal.

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