Cuentas pendientes, orgullo nacional y la posible clasificación a la Eurocopa de futbol de
Francia 2016 como premio a una victoria: Albania jugará mañana "el partido del siglo" ante una Serbia sin posibilidades pero con el prestigio herido.

El duelo en la ciudad de Elbasan llega un año después de que se suspendiera el partido de ida por disturbios entre aficionados. Y la rivalidad entre ambos países cargó la atmósfera en los días previos.

"El partido del siglo", proclamó la prensa albanesa, secundada por las palabras del primer ministro del país, Edi Rama: "Es un reto para nuestra historia".

"Una victoria nos manda directos a Francia", añadió Rama, consciente de la importancia del duelo en la pelea por el segundo
lugar del Grupo I.

Albania está tercera de su zona con 11 puntos y depende de sí misma para estar en Francia. Si gana a Serbia y a Armenia avanzará, mientras que si Dinamarca pierde mañana con Portugal le bastará una victoria, ya sea ante Serbia o Armenia.

Para Serbia, sumar o no los tres puntos no tendrá consecuencias en la clasificación, pero medirse a Albania supone suficiente estímulo.

"Es mucho más que un partido", escribió hoy el diario de Belgrado "Politika". "Tenemos que ganar por nuestro pueblo y dejar la euforia de los albanos por los suelos", señaló el portero serbio Vladimir Stojkovic.

El encuentro de ida, disputado el 14 de octubre de 2014, terminó en escándalo después de que un hincha albano soltara un "dron", un pequeño objeto volador no tripulado, con una bandera nacionalista albana y los hinchas locales respondieran con violencia. El partido fue suspendido y la Corte Arbitral del Deporte decidió dar la victoria a Albania por 3-0.

Precisamente hoy fue detenido en Albania un hombre de 33 años que aseguró ser el que lanzó aquel "dron". El hincha fue arrestado junto con otros tres hombres cuando llevaban dos pistolas, munición y 36 entradas.

El futbolista serbio Nenad Tomovic espera un ambiente hostil en Elbasan, 40 kilómetros al sur de Tirana.

"Creo que habrá nuevas provocaciones de los jugadores locales porque la rivalidad entre ambos equipos y ambas naciones es enorme", dijo.

Serbios y albanos tienen una historia de hostilidad que llegó a su clímax en la guerra de Kosovo hace 15 años. La ex provincia serbia, con una mayoría de población de origen albano, declaró su independencia en 2008.

Para Serbia es una provocación que el ministro de Exteriores de Kosovo, Hashim Thaci, acusado por Belgrado de crímenes de guerra, vaya a ver el partido en directo como invitado especial.
En total, habrá 1.500 policías velando por la seguridad del duelo y numerosas calles serán acordonadas y cerradas al tráfico.

Los 12.500 hinchas que vayan a presenciar el partido en directo -todos locales después de que ambas federaciones acordaran que no viajaran aficionados serbios-, deberán identificarse en la entrada. Además, pasarán por detectores de metales para evitar que entren con monedas.

Una victoria de Albania causaría sensación en el país. Su último gran logro en el mundo del fútbol fue en 1946, cuando ganó la Copa balcánica. En aquella final derrotó a Yugoslavia, país del que nació Serbia.

El diario "Novosti", controlado por el gobierno serbio, mandó un mensaje claro a sus jugadores antes del partido: "La victoria es un deber para Serbia. Un triunfo en Elbasan sería un pequeño remedio para todas las heridas, ya que el deporte más popular vive grandes problemas desde el Mundial de 2010".

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses