Diego Alonso se mantiene en la línea del hermetismo. Dice que “no tengo nada que opinar” acerca del presunto racismo por parte de sus dirigidos hacia el árbitro Adalid Maganda, en un duelo de Copa entre Pachuca y Atlante. El estratega Tuzo rechaza declarar acerca de lo sucedido. Ni confirma ni rechaza el suceso, tal y como el propio nazareno explicó ayer. “Los jugadores tienen argumentos muy buenos, pero no se los voy a compartir”. Según se publicó en este diario, Edgardo Codesal habría evitado que la supuesta discriminación de los hidalguenses se asentara en la cédula, y por ende evitar un fuerte castigo de la Comisión Disciplinaria. Sobre el juego, reconoció errores. “Y eso nos costó”.

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