Castillo de Blatter se tambalea

Nueva York.— ¿Qué pasaría si Joseph Blatter organizara un Mundial sin la mayoría de las selecciones de Europa, varias potencias de Sudamérica y Estados Unidos? La región más adinerada del futbol (Europa), la mayor economía del mundo (Estados Unidos) y varias naciones en una Sudamérica se opusieron a su candidatura tras una serie de escándalos por corrupción.

La UEFA podría amenazarlo con una opción que alteraría el panorama deportivo: la separación de naciones futbolísticas prominentes para llevar a cabo un torneo propio, que podría llamarse la Copa Limpia. En el sorteo de las eliminatorias para la Copa Mundial el 25 de julio en San Petersburgo, Rusia, podría haber veintenas de asientos vacíos en el Palacio de Constantino.

Con un voto por nación, Blatter tiene el apoyo de una mayoría de los 209 votantes que representan a naciones y algunos territorios. Pero la mayoría de los mejores clubes del mundo, las economías más vigorosas y las audiencias más lucrativas de la televisión están en países que no quieren ver a Blatter.

La mayor parte del dinero de la FIFA proviene de acuerdos en Europa y Estados Unidos cuyos gobiernos —aparte de Rusia— reclaman reformas.

Si la UEFA boicotea el torneo o si se separa de la FIFA y recibe el respaldo de Estados Unidos y las potencias de Sudamérica, la Copa Mundial será tan interesante como la Copa Africana o la Copa Asiática. Argentina, Chile y Uruguay votaron por el príncipe Alí.

Blatter desestimó la posibilidad de que haya una separación. “Ellos necesitan a la FIFA y la FIFA necesita a la UEFA”, proclamó ayer.

A la defensiva, Blatter dejó intacta la repartición de plazas para los Mundiales de 2018 y 2022 en Rusia y Qatar. Europa contará con 13 plazas con tal de enfirar el malestar de la UEFA.

Uno de sus principales críticos, el presidente de la federación inglesa, Greg Dyke, pronosticó que habría más escándalos antes de que Blatter complete su nuevo mandato de cuatro años. “Creo que entonces [Blatter] se verá forzado a renunciar”, aseveró.

Dyke dijo que ya no era seguro que Qatar vaya organizar el Mundial de 2022. “Las autoridades suizas están averiguando el alcance de la corrupción generada para adjudicar la sede la Copa del Mundo”, declaró. “Si ellos [los suizos] determinan que hubo corrupción entonces no creo que veamos un Mundial en Qatar”, comentó.

Para colmo, el inglés David Gill, ex director del Manchester United, renunció a la vicepresidencia de FIFA como protesta por la reelección de Blatter. “Los horribles y dañinos acontecimientos de los últimos tres días me han convencido”, dijo Gill en Zurich.

En Buenos Aires, el presidente de Bolivia, Evo Morales, pidió a la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC) y a la Unión Europea que incluyan como tema la corrupción en la FIFA en su cumbre de junio. “No es posible que la plata [dinero] del mundo sea tan mal administrada y más aún con semejantes denuncias de corrupción”, señaló. Agencias