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La asamblea de dueños de la Primera División aceptó la renuncia de Justino Compeán Palacios a la presidencia de la Federación Mexicana de Futbol y asimismo avaló  el nombramiento de Decio de María Serrano como nuevo mandamás del balompíé mexicano.

Así, después de casi 10 años y 75 años de edad, la era Compeán terminó, aunque será hasta agosto cuando pase oficialmente la estafeta a De María, quien a su vez dejó su puesto de presidente de la llamada Liga MX a Enrique Bonilla, quien de inmediato comenzará a ejercer funciones.

En un acto poco solemne, lleno de palabras de agradecimiento, Compeán expuso sus motivos, además de que dio a conocer que seguirá con su nombramiento de vicepresidente de la Concacaf, coordinador del Congreso de FIFA a celebrarse en México en 2016, además de que será presidente honorario de la Federación.

“Los motivos son personales, 75 años ya son muchos. Es hora de dedicarme a mi familia, mis nietos”, dijo Justino.

Aceptó que en la Navidad pasada comenzó a reflexionar sobre su futuro: “Me di cuenta que el reloj no para, que ya comienza a pellizcar. En enero hablé de una posible sucesión, cabildeé con los dueños de equipos, sugiriendo a Decio para que ocupara la presidencia, y es que si no tenía a mi sucesor listo quería decir que no estaba haciendo bien mi chamba”.

No quiso hablar de logros, tampoco de grandes errores.

“Prefiero no ser recordado, prefiero pasar y que queden las cosas que se hicieron en equipo”, aseguró.

Sólo aceptó que la mancha más grande en su administración fue deportiva: “El haber calificado al Mundial de Brasil 2014, mediante el repechaje, es una gran mancha. Es algo que nunca debe repetirse”.

De lo que puede congratularse es de los logros de índole económico y el mismo Compeán los resaltó.

“Creo que si balanceamos ambos campos —económico y deportivo—, quedamos empates. Pero mi mayor éxito es saber reconocer mis errores. Dejo cosas en el tintero, pero Decio sabe cuáles son”, agregó.

Eso sí, le aventó la “bolita” a De María, “porque ahora él tendrá que lidiar con lo de los partidos ‘moleros’. Esos juegos son importantes para el manejo de la Federación y de igual forma para la operación de las selecciones menores y otros torneos”.

El abrazo con Decio de María y Enrique Bonilla es sincero. Justino Compeán quiere terminar la conferencia de prensa. “A los medios les tengo respeto. Aunque algunas veces nos pegaban de una forma... no muy respetuosa”.

—¿Le gustaba que dijeran que Decio y usted eran Batman y Robin?

“Je. A mí me pusieron Robin por chaparrito. Pero está bien. Trabajamos hombro con hombro. Es un amigo y la Federación no puede quedar en mejores manos”.

Organigrama. Así, la Federación Mexicana de Futbol operará de la siguiente manera a partir de agosto:

Presidente:  Decio de María.

Presidente de la Liga nacional: Enrique Bonilla.

El puesto de director de la Liga quedó pendiente.

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