Querétaro.— Trotan bajo el inclemente sol, con la piel sudorosa y el convencimiento de que ya son el rival incómodo en esta Liguilla. De simples comparsas a animadores, porque los jugadores del Querétaro recuerdan los dos fantásticos meses vividos, esos que los tienen en el umbral de su segunda semifinal en la historia.

Aún deben finiquitar la eliminatoria en Veracruz, pero saben que ganar siete de sus más recientes ocho duelos les convierten en el genuino “gallo negro” de la fase final. Entre los dirigidos por Víctor Vucetich no hay espacio para motes distintos al que describe la manera en la que encaran cada juego.

“En el futbol mexicano, nos tienen catalogados como tal, pero hicimos 26 puntos, a dos de Veracruz”, recuerda Yasser Corona, autor del gol de la victoria sobre los Tiburones Rojos. “Somos un equipo que remontó bien al final del torneo y, si nos quieren poner ese sobrenombre, nos encargaremos en hacer las cosas bien. Si debemos ser el caballo o el gallo negro, lo seremos”.

Lo único que les importa es comprobar que no hace falta vestir una elástica histórica para marcar diferencia dentro de la ‘Fiesta Grande’.

El Querétaro vive su tercer postemporada en Primera División, aunque la mayoría de sus futbolistas tiene gran bagaje en series sin mañana, lo que motiva al grupo. “Estamos bien. El equipo volvió a demostrar que, pese al resultado en contra, no se cayó en algún momento”, presume el delantero Emanuel Villa. “Siguió atacando, buscamos, generamos, fuimos insistentes y el futbol nos premió al final”.

“Todos los equipos que clasifican son difíciles, pero sabemos que hoy nadie quiere enfrentarse con Gallos, porque estamos haciendo bien las cosas”.

Son el club con mejor ritmo, y mayor dosis de fortuna del certamen. Sólo los líderes Tigres pudieron superarlos en el tramo final de la fase regular.

Otros se quedaron cerca, al menos de empatarles, pero los jugadores del ‘Rey Midas’ se las ingeniaron para ganar. El de antenoche, contra los fluorescentes escualos, fue su cuarto triunfo agónico, tercero consecutivo. Tienen un trébol de cuatro hojas tatuado en el pecho.

“Conforme van pasando los partidos, el rival te conoce más y encuentran esos puntos débiles que puedes tener”, reconoce Corona. “Si nos dejan espacios, les podemos hacer daño”.

“No podíamos perder el partido por nada del mundo y mantuvimos bien armado al equipo, con orden”.

Tal como lo hicieron frente al León, el Morelia y los Jaguares, puntos que les permitieron acceder a la Liguilla.

Plantel con varios paladines, porque el héroe nunca se ha repetido. Esta vez fue Yasser, quien marcó su undécimo tanto en la Primera División. Ninguno tan valioso como éste.

“Sin duda que es el gol más importante, porque es el de ahora y el que nos mantiene con la ilusión de estar en semifinales”, comparte. “Si no redondeamos esto en Veracruz va a ser un gol que quede en el olvido”.

En el fondo no cree que suceda. Se ha habituado a la angustia, pero también al dulce néctar de la victoria.

“Sabemos de lo que somos capaces”, advierte el zurdo. “No somos un equipo mediático, pero no nos importa. Estamos convencidos de que, si así nos quieren llamar, seremos el ‘gallo negro’ de las finales”.

Por eso disfrutan el incesante calor. No tienen algo que perder, verbo borrado de su léxico particular.

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