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El martes 14 de marzo, aproximadamente a las 21:30 horas, Mauricio Ortega, acusado de robar objetos de jugadores durante los tres pasados Super Bowls, recogió su vehículo en un estacionamiento de la calle Iturbide en la colonia Centro.

Acompañado por su hermano Ricardo, Mauricio caminó hacia su coche con semblante desencajado. Estuvo rodeado de otras dos personas con las que intercambió palabras en tono serio, relató un testigo.

Ese día, según el comunicado del periódico La Prensa, Martín Mauricio Ortega Camberos, presentó su renuncia como director del medio a las 20:30 horas. Argumentó problemas personales.

Como trabajador del tabloide que pertenece a Organización Editorial Mexicana, Ortega obtuvo ingresos suficientes para costear su afición a la memorabilia deportiva y a una residencia en la calle Primera Privada de Oxford, en el exclusivo fraccionamiento Condado de Sayavedra,

Según un reporte de la agencia internacional AP, Mauricio Ortega compró a Mile High Card, una tienda de artículos de colección, un jersey que utilizó Joe Montana con valor de 20 mil dólares.

El ex director de La Prensa viajó de la Ciudad de México a Denver para recoger la prenda. Ahí tuvo la oportunidad de conocer al dueño de la compañía, Brian Drent, quien dio a conocer la negociación que tuvo con Ortega.

El empresario estadounidense reveló que en la charla que sostuvieron, su cliente le confesó que tenía el casco que utilizó el linebacker de los Broncos de Denver, Von Miller, en el Super Bowl 50 que se disputó en el Levi’s Stadium. Quería conocer un estimado del precio que el objeto podría alcanzar en una subasta o en el mercado negro al ser robado.

“Me preguntó cuánto valdría el casco del Super Bowl 50 de Miller. Le dije, ‘es una gran pieza, pero no sé el valor’”, dijo Drent.

“Yo lo tengo”, me comentó.

“Le pregunté, ‘¿cómo lo obtuviste?’ y evadió la pregunta”, agregó el dueño y director de Mile High Card, que también compra y vende piezas de colección en internet.

En la conversación Mauricio Ortega presumió que quería subastar un jersey que vistió el ex basquetbolista Patrick Ewing, así como unas zapatillas de Jerry Rice, miembro del Salón de la Fama de la NFL.

Drent externó que no volvió hablar con Ortega, aunque reconoció que lo trató de contactar por Facebook.

Información del columnista de EL UNIVERSAL, Carlos Loret de Mola, añade que el FBI junto con la PGR, dieron seguimiento a Mauricio Ortega monitoreando sus redes sociales, en las que trató de contactar a coleccionistas de México y Estados Unidos.

Desde la semana pasada, las cuentas de redes sociales del ex director de La Prensa fueron cerradas.

A pedido del FBI la PGR y la Policía Federal, catearon la semana pasada el domicilio de Ortega en donde se recuperó la camiseta que Tom Brady usó para conquistar su quinto anillo de campeón, junto con el jersey que vistió en el Super Bowl XILX y el casco de Von Miller.

Por recomendación de sus abogados, Mauricio Ortega se acogió al acuerdo reparatorio por lo que negoció devolver los objetos a cambio de que las autoridades estadounidenses no presentaran cargos.

De esta forma la PGR decidió no acusar a Ortega. Los artículos ya se encuentran en Estados Unidos donde son autentificados.

Además de su gusto por los deportes y los artículos que vistieron los jugadores en los partidos, Ortega es amante del rock y de las noches de bohemia.

Era común encontrar al ex director de La Prensa en los conciertos de grupos que tocaban en nuestro país como los Rolling Stones o Metallica.

Mauricio como su hermano Ricardo, que actualmente trabaja para la OEM, solían visitar frecuentemente bares y restaurantes cercanos a su lugar de trabajo.

Mauricio Ortega trabajó en La Prensa desde 1993 y fue parte de la cooperativa del periódico.

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