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Nativo de Monterrey, lo más cerca que Érik ‘Goyito’ Pérez había peleado de su ciudad fue a 249 kilómetros cuando se presentó en McAllen, Texas. Pero ese dato hoy perderá importancia cuando ‘Goyito’ entre al octágono para enfrentar al francés Taylor Lapilus en UFC Night 78.

Pérez cumplirá el sueño de combatir en su tierra y en una función de la empresa más importante de artes marciales mixtas en el mundo. Una dosis de valium para el mexicano que sufrió depresión y crisis de ansiedad provocado por la escasa actividad que tuvo en 2014 y el año pasado.

El hombre que se enmascara para su presentación, quiere dejar atrás la época de vacas flacas y regresar al nivel que logró establecer en 2011 y 2012 cuando consiguió ocho triunfos al hilo, incluido un nocaut a los 17 segundos del primer round sobre Ken Stone.

“Caí en depresión, no peleaba, me lesionaba mucho y no entendía que la gente me dijera que las cosas pasaban por algo. Cómo iba a entender eso cuando soy un peleador y necesito pelear para vivir”, dijo Pérez, que ahora se siente vigorizado.

‘Goyito’ es uno de los principales atractivos de la velada que debido a lesiones de varios protagonistas tuvo que parcharse con peleadores que entraron de emergencia.

“Los deportes de contacto no tienen palabra de honor, yo mismo sufrí mucho por las lesiones y ahora varios peleadores se tuvieron que alejar de la función. Pero yo estoy listo no sólo para ganar en mi tierra, si no para emprender de nuevo el camino rumbo al campeonato”.

El peleador de origen sonorense Kelvin Gastelum y el estadounidense Neil Magny se encargarán de cerrar la noche en un pleito pactado en peso welter, que pondrá al ganador en la ruta del título.

Además se llevará a cabo la final de la segunda temporada The Ultimate Fighter, entre Érik Montaño y Enrique Marín, que buscan obtener un contrato prolongado con la UFC.

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