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México inició su preparación rumbo al Clásico Mundial de Beisbol con una derrota 3-7 a manos de los Padres de San Diego.

Para el manager de la novena tricolor, Édgar González, el resultado no tiene ninguna importancia. Lo que quería ver el timonel era el acoplamiento de sus peloteros y que se sacaran un poco el óxido con el que llegaron al Spring Training.

El conjunto nacional conectó 10 imparables ante la serpentina de los Padres, que tuvo elementos principalmente de su sucursal Triple A.

“No pegamos todos los hits que queríamos, pero estoy muy contento con los bateadores. Los pitchers estuvieron bien y creo que vamos a estar listos para jugar mejor mañana [hoy] contra Arizona”.

El veracruzano Luis Mendoza se encargó de abrir el encuentro para México. Permitió cinco hits y cuatro carreras limpias en dos innings.

A la ofensiva uno de los mejores mexicanos fue Luis Urías, prospecto de los Padres de San Diego, quien llegó al combinado en sustitución de Daniel Castro, quien no recibió el permiso de los Rockies.

“Es un orgullo, desde chiquito soñé jugar para México y seguro será una gran experiencia. Mi madre y mi padre, más algunos amigos van a estar en el estadio”, comentó Urías, al final del encuentro.

El nativo de Magdalena de Kino, Sonora, se fue de 4-2 al bat.

Urías sostuvo que estará gran parte en las paradas cortas, aunque también podrá actuar en la segunda base si Édgar González se lo pide.

“No me han dicho si voy a ser titular. Probablemente me desempeñe más como short stop que segunda base. Me he sentido bien en las paradas cortas. Tengo que mejorar bastante, pero me he sentido bien con los entrenadores de Padres”.

Finalmente el joven pelotero sostuvo que para él es un sueño compartir el campo con elementos que admiró en su infancia y a los cuales hasta llegó a seleccionar en videojuegos en el Playstation.

“Hay muchos caballos [jugadores de jerarquía], para mí es un sueño estar con ellos”.

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