Hasta la llegada de Clare Waight Keller a Chloé, la palabra estabilidad era un concepto casi olvidado para la maison.
Entre 2006 y 2011, tres directores creativos habían pasado por la casa y, aunque inicialmente sus colecciones eran prometedoras, terminaban fallando en sus esfuerzos por reproducir el éxito de sus predecesoras, Phoebe Philo y Stella McCartney.

Hace unos días el ciclo laboral de Keller llegó a su fin, pero deja como legado una empresa sólida que está de nueva cuenta en el mapa de la moda contemporánea.
Muchas casas dependen de una fórmula que garantiza su éxito, y consiste en la adaptación de su identidad a los códigos del presente.
En el caso de Chloé, esto se puede resumir en sofisticación y comodidad. Sin embargo, Keller logró crear moda para un tipo de mujer intelectual y sensible con una ligera afición a lo retro. Sus referencias a los años 70 y 80 o al estilo bohemio se replicaron constantemente porque lograban capturar el famoso je ne sais quoi (yo no sé qué) que otros directores creativos persiguieron infructuosamente.

“Cada vez es más evidente que Clare Waight Keller ha logrado mantener un balance entre la feminidad y la masculinidad”, escribió la crítica de moda Jo-Ann Furniss en Vogue, luego de su desfile otoño-invierno 2014.

Antes de estos seis años de éxito, Keller ya había atraído la atención de la prensa: después de graduarse del Ravensbourne College of Art, la nativa de Birmingham trabajó en Calvin Klein y Ralph Lauren Blue Label. La visión de ambas firmas fortaleció su sentido comercial y la necesidad de pensar en su clienta de manera muy concreta: “Algunas casas de moda han sido tan puristas y artificiales en sus propuestas que la mujer termina por perder protagonismo”, dijo a The Evening Standard.

Su idea de una mujer completa se consolidó bajo la tutela de Tom Ford, quien la reclutó para trabajar en Gucci. En 2005, Keller recibió su primera oportunidad como directora creativa para Pringle of Scotland, una de las firmas más antiguas del Reino Unido.
Sus colecciones tuvieron un éxito moderado de ventas, pero acercaron a la marca a un público más joven y elegante. Sin embargo, Chloé ha sido el mayor éxito de su carrera, pues no sólo elevó los ingresos de la marca, sino que supervisó el diseño de dos it bags —Faye y Drew—y una nueva fragancia. Y por si eso fuera poco, logró mantener una frescura constante en sus propuestas.

La renuncia de Keller tiene el mismo motivo que la de Philo en 2006: la falta de flexibilidad corporativa. Las familias de ambas viven en Inglaterra, por lo que los viajes constantes hacia París aumentaron aún más el estrés a sus vidas diarias.


La nominada


Tras la renuncia de Keller, aún no se han presentado a la persona que tomará su puesto. De acuerdo con un reporte de Women’s Wear Daily, los ejecutivos de Richemont —corporativo al que pertenece la casa— se acercaron ya a Natacha Ramsay-Levi, quien ha trabajado con Nicolas Ghesquière en Balenciaga y Louis Vuitton.
Hasta el cierre de esta edición no ha habido una confirmación por parte de la casa, por lo que es posible que la búsqueda de Chloé por un talento como el de Keller continúe.


Quote


“Soy más selectiva al diseñar porque he notado que las mujeres francesas son así. No están buscando las últimas tendencias, sino que eligen piezas basadas en la calidad, el lujo y la manera en la que van a funcionar con otras piezas en su guardarropa”

Clare Waight Keller, diseñadora.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses