No todos los hombres estamos sujetos a un código de vestimenta estricto en la oficina. El auge de las industrias creativas y las compañías especializadas en internet, aunado a la evolución de la moda masculina, han renovado las pautas para vestir en el trabajo: hoy se pueden dar acentos sport a atuendos en esencia formales y crear looks con un notable aire casual sin demeritar la elegancia ni el profesionalismo.

La manera de vestir está determinada por las normas de la empresa, o bien, por el giro de ésta o el entorno laboral de la persona.
Abogados, contadores y empleados de compañías financieras, por ejemplo, tienen menor libertad de explorar colores, estampados y combinaciones de prendas que diseñadores, publicistas, escritores, empresarios jóvenes o trabajadores de alguna compañía relacionada con servicios de internet.

Otro factor a tomar en cuenta es el puesto que se desempeñe. Seguramente, el gerente de algún corporativo será condenado si llega con jeans y tenis a la oficina, mientras que un diseñador gráfico se sentirá fuera de lugar si acude a trabajar con traje, corbata y zapatos perfectamente lustrados. La vestimenta debe ir acorde con las actividades diarias para no desentonar en ninguna situación.

En los últimos años, el estilo denominado business casual ha cobrado gran popularidad a nivel mundial. Éste se refiere a todas aquellas prendas que son cómodas pero que, a la vez, resultan apropiadas para llevar en entornos profesionales no tan rígidos. Se entiende también como un estilo casual que proyecta confianza y profesionalismo. Para conseguir un look equilibrado, expertos de moda recomiendan que el 80 por ciento de éste refleje formalidad y que el 20 por ciento restante incluya elementos o detalles más relajados.

“Cada vez más, las oficinas están aceptando diferentes estilos de ropa para ir a trabajar. Desde el business formal hasta el viernes casual, hoy somos testigos de que ‘profesional’ tiene distintas caras. Y al mismo tiempo, las personas buscan expresarse a través de la moda”, señaló la diseñadora canadiense Sin-Young Kim a Forbes.

A continuación, te decimos cómo renovar tu look para proyectar una imagen relajada, moderna e impecable en la oficina.


Juntas pero no revueltas


El dress code laboral abre hoy la puerta a la mezcla de prendas formales con otras de aire sport.

Conjuntos de blazer y pantalón con sneakers, trajes combinados con t-shirts de cuello redondo y sudaderas sobre camisas o acompañando un traje son algunas de las ecuaciones que permiten reflejar una elegancia casual.

Esta nueva forma de incorporar piezas de estilo deportivo en el outfit, conocida como athleisure, predomina en las colecciones de firmas de lujo como Louis Vuitton, Salvatore Ferragamo, Paul Smith, Ermenegildo Zegna y Etro.


¡Hey, relájate!


Casual no es sinónimo de desaliño. Si bien implica elegir piezas cómodas, deben seguirse algunas reglas para no opacar el profesionalismo, como no apostar únicamente por prendas de estilo casual en un look, sino lograr un equilibrio con otras más serias, como abrigos, camisas o zapatos formales.

Una fórmula moderna es integrar unos pantalones de algodón con resorte en la parte baja, con una camisa blanca, bomber jacket –puede ser a cuadros o en color sólido– y unos zapatos estilo Derby.

Llevar una camisa de mezclilla abierta sobre una playera de cuello redondo, junto con unos pantalones chinos, por ejemplo, en azul marino, saca del apuro a cualquier hombre joven. Toma en cuenta también que la calidad de las prendas ayuda a potenciar la elegancia de un atuendo.


El fit lo es todo


No nos cansaremos de decirlo: el ajuste de la ropa puede llevar un look al éxito o hundirlo en la desgracia. Tanto en trajes como en pantalones, chamarras y camisas, el corte slim ayuda a proyectar un aspecto pulcro. Delinear la silueta no es lo mismo que oprimirla, por lo que hay que verificar que las prendas permitan el libre movimiento.

El largo de los blazers y las chamarras no debe rebasar la cadera –lo cual contribuye también a estilizar la silueta– y los pantalones deben cerrarse ligeramente en la parte de la pierna.


Formal, mas no aburrido


Para quienes deben llevar diariamente traje a la oficina, no todo está perdido. Hay posibilidad de darle viveza y personalidad a cada look, principalmente a través de juegos de color y estampados en camisas y corbatas, seleccionar unos calcetines con impresiones divertidas o en tonalidades encendidas, incorporar pañuelos con prints de lunares o geométricos, o sumar unas buenas gafas –los armazones de estilo nerd continúan en boga–, unos zapatos originales o un portafolio con onda.

La consigna es sencilla: evitar ser aburrido. Si en tu trabajo existe la tradición del viernes casual, no dudes en apostar por uno de los looks antes mencionados.


Tu mejor cara


Si bien hay muchas empresas que exigen a sus empleados presentarse bien rasurados y con el cabello corto, hay otras que dan la libertad de conservar la barba e, incluso, de llevar el pelo un poco más largo.

El aseo y mantenimiento de ambos es decisivo para reflejar una imagen cuidada, por lo que hay que recortar la barba periódicamente y dar forma al cabello con productos de estilizado. Toma en cuenta que la vestimenta y aspecto pueden revelar a otros a qué se dedica un hombre.


Side


No caigas en el exceso

-Por ningún motivo acudas a la oficina con playeras sin mangas, t-shirts con dibujos animados muy llamativos o playeras de equipos de futbol soccer o americano.

-Olvida presentarte a trabajar con pantalones con grandes hoyos o deshilachados.

-Las sandalias son para usar en el baño y la playa, no para llevar al trabajo.

Créditos:
MODELO: FRANCO PARA QUETA ROJA
COORDINACIÓN DE MODA: GINA ORTEGA
MAQUILLAJE Y PEINADO: ADISSON ALVAREZ
PRODUCCIÓN: ALAN CARRANZA
DIRECCIÓN DE ARTE: JORDI LINARES
LOCACIÓN: WE WORK (wework.com)

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