Limpieza profunda

Primero hay que aclarar que lavar la cara y el cuello de modo tradicional —con jabón especial y agua tibia— no tiene nada de malo. Sin embargo, también es cierto que hay alternativas para dar otro tipo  de cuidado a nuestro cutis, en especial si no tenemos tiempo (o dinero) para realizarnos frecuentes que exfolien nuestra piel. Hace unos tres o cuatro años que estos dispositivos comenzaron a ponerse de moda en Estados Unidos (donde incluso los hombres los utilizan), pero en México no han penetrado igual.

A grandes rasgos se trata de un cepillo con cerdas  suaves y una cabeza que gira o cuenta con pulsasiones y tecnología sónica para limpiar la piel. El favorito del mercado es  Clarisonic, pero también hay otras marcas como Foreo, Olay y Clinique. La promesa es que limpian sin maltratar la piel (incluso el cutis sensible) y brindan una especie de masaje que es muy reconfortante (en especial si se usa por la noche). La razón por la que un cepillo suele recomendarse es porque así se evita el contacto con las bacterias que suelen estar en nuestras manos, y porque además de retirar el maquillaje y la grasa de la piel fácilmente, sirve para exfoliar y por ende permite que los hidratantes que se aplicarán posteriormente penetren a profundidad.

Entre los expertos del cuidado de la piel como Kiehl's y publicaciones como Allure lo más recomendable es utilizarlo dos o tres veces por semana (dependiendo de la reacción que veas en tu piel) y tener paciencia para ver resultados al menos durante un mes. Para evitar que tu piel se irrite, es importante que laves las cabezas como indica el instructivo de cada dispositivo y te concentres en mejillas, barbilla y frente (zonas propensas al acné) y evites el contorno de ojos, por lo delicado que es.