Muchos alimentos que consumimos diariamente —café, té y arándanos— dañan el esmalte dental y generan placa dentobacteriana que puede manchar o cambiar el color de tus dientes. Si éste es tu caso, y no quieres emplear un tratamiento odontológico blanqueador, puedes probar esta solución casera que, paulatinamente, disminuirá el tono amarillo.

1. Cepilla tus dientes con una pasta blanqueadora dos veces al día (mínimo). En tiendas de autoservicio y supermercados puedes encontrar dentífricos como Colgate Luminous White Advanced, Oral B 3D White o Crest Extra Whitening. Ten en cuenta que éstas solo eliminan las manchas superficiales provocadas por comer o fumar.

2. Después del lavado regular, mezcla una cucharada de agua con una de bicarbonato de sodio en un recipiente, procura que ésta sea una mezcla espesa. Sumerge un cepillo de cerdas suaves en el compuesto y lava tus dientes. Realiza movimientos verticales en la parte interna y externa, por uno o dos minutos.

3. Repite este procedimiento cada dos días durante una o dos semanas. Es importante que no uses el remedio por más tiempo porque puede dañar el esmalte con su uso regular.

4. Si no posees el tiempo necesario, únicamente empolva con bicarbonato la pasta dental sobre tu cepillo de dientes y realiza un lavado con ésta.

5. ¿Sufres de dolor de encías? disuelve una cucharada de sal en una de agua. Utiliza ésta mezcla como enjuague bucal cada vez que sientas molestias.

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