Bonsoir, mademoiselle, dice un botones vestido de rojo y me da la bienvenida al Hotel Cartier. Es un miércoles por la noche en la Ciudad de México, y París se siente más cerca que nunca. En medio de una luz tenue y burbujas de champaña, la firma dio a conocer algunos adelantos de las piezas que llegarán a nuestro país a lo largo de 2016.

Con un espacio dedicado a cada colección, mostró lo último en joyería, bolsos, fragancias,relojería y accesorios como mancuernillas y lentes de sol. Entre nuestras piezas favoritas de la velada, por supuesto, está Amulette: esa pieza icónica que se inspira en un talismán y bajo la forma de un candado redondeado combina oro con metales preciosos. Y aunque hay más de seis modelos, uno de los más bellos es el de nácar: con un terminado que recuerda a la seda, evoca la delicadeza y la sutileza para lograr un efecto tranquilizador.

Otro protagonista de la noche fue el bolso Mini C, un compañero perfecto para un atuendo distinguido con un toque de color. Además de su forma y materiales (piel de torete con distintos acabados), se distingue por su color block: oro destellante, amarillo junquillo, rosa morganita y verde peridoto son los cinco tonos que este bolso —que no rebasa los 20 centímetros cuadrados— ofrece para un look tan elegante como chic.

Por último, hay que mencionar las piezas que antes se presentaron en Suiza, durante el Salón Internacional de Alta Relojería. Además de los relojes masculinos (como Drive, pieza de nuestra portada de hoy), la firma brilló por sus propuestas para mujer. Mientras que la pantera se mantiene como uno de los iconos, el montaje en oro y diamantes de sus relojes destaca por su contraste, estética y audacia al desafiar la simetría.

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