Detenerse frente al espejo y afeitarse la barba es uno de esos rituales de grooming que a partir de la adolescencia,se vuelve parte importante en la vida de un hombre. Tarde o temprano, el vello aparece en el rostro y es necesario rasurarlo o, en algunos casos, darle forma, misma que obedece tanto a las preferencias personales como a las tendencias.

El siglo XX tiene numerosos ejemplos sobre los cambios de la moda y tecnología en ese aspecto: en 1900 se llevaban barbas y bigotes espesos y bien definidos, mientras que durante los años 20, el afeitado al ras era lo más in. La industrialización ofreció nuevos modelos de afeitadoras que permitían un mejor resultado sin visitar una barbería. Y aunque actualmente estos espacios volvieron a estar de moda, existe un amplio grupo de hombres que buscan tener un rostro sin vello.


Sin embargo, y a pesar de los avances tecnológicos actuales, el afeitado en casa es un proceso que requiere de técnicas y cuidados especiales para que el resultado sea óptimo. Muchas veces aprendemos a afeitarnos imitando a nuestros padres, tíos y abuelos, por lo que repetimos técnicas que no son las más adecuadas para nosotros, lo que puede ocasionar irritación, cortes frecuentes y vellos enterrados, los cuales son un problema incómodo y en ocasiones doloroso cuando la barba vuelve a crecer.


Para despejar  dudas y ofrecerte los mejores consejos para un afeitado perfecto, pedimos algunas recomendaciones a los expertos de Gillette. Esto fue lo que nos aconsejaron. 

Antes de afeitarte


Este proceso  requiere paciencia y atención. Nunca lo hagas cuando tengas prisa.

El mejor momento para realizarlo es durante o después de la ducha, pues el vapor ayuda a abrir los poros. Si eres de los que lo hace en la regadera, te recomendamos buscar un espejo antiempañante.

Reemplaza el cartucho si notas que se atora con frecuencia o la navaja ha perdido filo.

Evita lavarte la cara con jabón en barra, pues dejarás la piel reseca. Utiliza un limpiador en tu rostro y cuello y enjuágalo con agua tibia.

Elige una afeitadora que haya sido diseñada para moverse libremente por los contornos de tu rostro. Te recomendamos Gillette Fusion ProBall.

Durante el proceso


Cuida la aplicación del gel o espuma para afeitar. Ésta debe ser suave y uniforme y jamás debe tallarse contra la piel.

Recorta el vello si es muy largo.

Haz pasadas suaves y ligeras con la afeitadora e inicia rasurando en la misma dirección del vello. Evita presionar demasiado contra la piel.

Enjuaga constantemente la afeitadora. De lo contrario, se acumularán residuos y disminuirá su efectividad y precisión.


Finaliza afeitando en dirección contraria al crecimiento del vello para lograr un acabado más al ras.

¿Y después del  proceso?

Lava tu rostro y cuello con el agua más fría que puedas aguantar. Esto te ayudará a cerrar los poros.


No fricciones la toalla contra tu piel, porque la irritarás. Intenta dar golpecitos suaves para absorber el exceso de agua.

Aplica un aftershave. Éste ayudará a calmar la irritación y cerrar algunos de los cortes que se hacen en el proceso. 

Si llegas a tener un vello enterrado, no lo toques, pues las bacterias presentes en los dedos lo pueden infectar. Mejor aplica un humectante con aloe vera.

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