8 momentos de liberación femenina en la moda

Aunque en muchas ocasiones ha resultado incómoda o restrictiva, la moda ha tenido prendas y épocas que contribuyeron a un código de vestuario con una mayor comodidad. Con motivo del Día Internacional de la Mujer recopilamos algunos momentos en los que la moda se convirtió en una aliada para las mujeres en la historia.

El estilo Imperio

Después de la Revolución Francesa, la moda cambió de golpe. De usar pelucas empolvadas, vestidos con ajustadas cinturas y faldas con volumen, las mujeres pasaron a reinterpretar el estilo de Grecia y Roma. Así, se llevaron vestimentas de cintura alta y zapatos planos que facilitaban el movimiento. Incluso el corset desapareció por un tiempo y se sustituyó por un corpiño que sostenía el busto. Sin embargo, la delgadez en ropa y zapatos trajo como consecuencia algunos problemas de salud en las mujeres de ese tiempo, pues la ropa no era la adecuada para los inviernos europeos.

Los bloomers

Amelia Jenks Bloomer fue una activista que, además de escribir ensayos sobre la necesidad del voto femenino y editar uno de los primeros periódicos dirigidos exclusivamente a la mujer, pasó a la historia de la moda casi involuntariamente. En 1851 intentó popularizar unos pantalones largos como alternativa a las restrictivas prendas femeninas de la época. Y aunque obtuvo como respuesta burlas y acoso, la idea se llevó unos años más tarde para deportes como el ciclismo y posteriormente a la ropa interior.

La ruptura con el corset

En 1910, un diseñador francés refrescó algunas piezas del estilo Imperio y agregó entre sus influencias prendas con inspiración oriental. Así, Paul Poiret causó revuelo en la moda internacional, en especial porque muchas de sus prendas no requerían corset para usarse. Luego de la Primera Guerra Mundial, esta pieza dejaría de ser necesaria para la moda.

Coco Chanel

A pesar de que no fue la responsable directa de que se olvidara el corset, Coco Chanel fue una de las diseñadoras que más contribuyó a que el guardarropa femenino tuviera un balance entre comodidad y elegancia. Entre algunas de sus innovaciones destacan los vestidos de telas ligeras como el jersey, el bolso 2.55 (cuya asa larga dejaba libres las manos de su usuaria) y, durante los años 50, el traje de dos piezas, mismo que resultó una alternativa a los rígidos vestidos de crinolinas.

Las flappers

Los años 20 estuvieron llenos de innovaciones y una de ellas fue el vestir femenino. Las faldas se acortaron, los zapatos se hicieron más cómodos e incluso la ropa interior se hizo más simple. Esto fue de gran ayuda para las flappers, mujeres que buscaban una vida llena de diversión e independencia. Y aunque muchos las consideraban frívolas, lo cierto es que muchas de ellas realizaban actos hasta entonces revolucionarios como tener trabajo y desafiar la rigidez moral de la época.

El uso de pantalones

Marlene Dietrich y Katharine Hepburn causaron escándalo durante los años 30 al adaptar trajes masculinos para su vida diaria. Sin embargo, el uso de pantalones femeninos se popularizó gracias a Yves Saint Laurent, quien presentó en 1966 una versión femenina del smoking. Y aunque el público tardó un poco en aceptarlos, los pantalones se convirtieron en un infaltable en el clóset femenino.

El wrap dress

"Siéntete como una mujer, usa un vestido" podría ser un slogan polémico actualmente, pero en 1974 Diane Von Furstenberg lo usó para conectar con sus clientas. Su más grande éxito fue un favorecedor vestido de jersey sin botones, el cual se envolvía al cuerpo y fue un gran aliado de la mujer trabajadora durante esa época. La practicidad de este diseño lo convirtió en un clásico y ha sido actualizado en diversos materiales y colores por la diseñadora belga, quien, tras una pausa, volvió a las pasarelas en 1997.

La nueva ola del diseño femenino

Durante los últimos 20 años, más mujeres se han convertido en estrellas del diseño. Isabel Marant, Stella McCartney,Tory Burch, Vanessa Bruno y Phoebe Philo son sólo algunas de las creativas que han logrado un gran éxito comercial y la creación de piezas que, además de ser elegantes, suelen tener un elemento práctico que resulta útil para todas sus clientas.