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La Cámara de Diputados aprobó el proyecto de decreto que expide la Ley General de Cultura y Derechos Culturales —366 votos a favor, dos en contra y una abstención—, con la que no se podrá garantizar que no haya recortes al sector cultura, tampoco establece que se aumente gradualmente el presupuesto anual; además es una ley que no toma en cuenta la mayoría de los artículos contenidos en las iniciativas realizadas en los últimos meses, pero sí contempla “ocurrencias” que suponen más responsabilidades presupuestales como los “vales de cultura”, propuestos por los senadores panistas.

La Ley General de Cultura recibió severas críticas de la diputada Cristina Gaytán, del PRD, quien acusó al Ejecutivo Federal de reducir al máximo las cinco iniciativas enviadas y estudiadas en conferencia por las Cámaras Alta y Baja; así como de Laura Esquivel, quien comparó la Ley con un guiso que deja un “sabor agridulce”, al que le cambiaron “la receta original” y que deberá estar sujeta a cambios porque “el caldero sigue prendido”.

En la presentación en el Pleno, el diputado Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, solicitó que se revisaran los artículos 24 y 26 referentes al presupuesto y pidió que hubiera más garantías para que el sector cultural no padeciera recortes anuales, como ha ocurrido en lo que va del sexenio.

Álvarez Máynez recordó que en el proyecto presentado por el Consejo Redactor convocado por la Comisión de Cultura de la Cámara Baja se establecía la obligatoriedad de ir incrementando gradualmente el presupuesto, como ocurre en algunas leyes de Ciencia y Tecnología y que debido a la aprobación de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, el Ejecutivo tiene la capacidad de recortar presupuestos sin tomar en cuenta al Poder Legislativo, por lo que Cultura podría quedar vulnerable.

Sin embargo, la propuesta fue desechada con 327 a favor, 30 en contra y cero abstenciones.

Para fijar la postura del PRD, Cristina Gaytán Hernández indicó que el dictamen es el resultado de la iniciativa enviada por la Consejería Jurídica 48 horas antes de su aprobación. “No creo que los derechos deban regatearse, concederse, a cambio de satisfacer egos e intereses particulares”, dijo.

Laura Esquivel indicó que en Morena se considera que el dictamen votado en Senado “es perfectible” y que está consciente de las críticas al “manoseo” que ha tenido la iniciativa; pero resaltó que la Comisión haya trabajado durante más de un año en la construcción del documento. “No es lo que deseábamos, pero es una ley transitable y el caldero sigue prendido”, dijo.

Los diputados que hablaron a favor de la iniciativa fueron del PAN, PRI, Verde Ecologista, Encuentro Social, Nueva Alianza y Movimiento Ciudadano.

En entrevista, el especialista en temas culturales Carlos Lara indicó que es una “Ley buena”, pero reconoció que fue “muy recortada” por la Consejería Jurídica.

“Después del ejercicio que se hizo y lo que finalmente se aprobó, nos queda lo que fue posible hacer y es lo que nos permitirá transitar hacia un desarrollo de la legislación cultural en México”.

Mientras que Eduardo Cruz Vázquez lamentó que en la aprobación haya imperado “la cultura del peor es nada” y que sólo el senador Manuel Bartlett se haya manifestado en contra de que todo el tema presupuestal haya sido desechado.

Carlos Villaseñor opinó que es un documento con una estructura y conceptos básicos. Señaló que si bien es una ley breve, incluye puntos que “permiten identificar las bases para darle un nuevo sentido a la política cultural. Con esta ley, indicó, la Secretaría de Cultura adquiere nuevas funciones que le permitirán replantear el tema presupuestal. “Lo que tenemos que construir y que demostrar más claramente ahora es que para el cumplimiento de los derechos humanos culturales se necesita un presupuesto de características y de montos distintos. Teníamos una política cultural donde las artes y el patrimonio estaba destinado a cumplir una función de la política educativa,eso requería un presupuesto, una estructura, una parte de coordinación. A partir de la aprobación de esta ley, la política cultural ya no sólo es para la cuestión educativa, sino es también para el pleno cumplimiento de los derechos culturales, esto demanda una evaluación, tener un presupuesto que cumpla esta función”, comentó.

Por su parte, el diputado Alfonso Suárez del Real indicó que lo aprobado es una ley que sienta las bases para la defensa de los derechos culturales.”Se suele creer que en una ley de cultura vamos a resolver el problema presupuestal que por decrteto de ley vamos a generar que nos den más dinero, pues no es así, tenemos que dar ese giro radical de que se entienda que no es un servicio del Estado, sino la garantía de derechos culturales”. Además, indica, en el transitorio quinto se señala que “las modificaciones a las atribuciones conferidas a la estructura orgánica de la Secretaría de Cultura deberán cubrirse con cargo al ramo 48”.

La secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda, sostuvo en su cuenta de Twitter que la dependencia “recibe con responsabilidad esta decisión del Legislativo. Un paso relevante para consolidar el marco jurídico del sector cultura”. Y en una segunda publicación, escribió: “La Ley General de Cultura y Derechos Culturales es resultado del compromiso del Poder Legislativo con el desarrollo de este sector”.

La Ley se envió al Ejecutivo para su firma y posterior publicación en el Diario Oficial de la Federación. El siguiente paso será esperar los 180 días que marca la ley para que la Secretaría de Cultura expida el reglamento.

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