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El descenso de la serpiente de en El Castillo de Chichén Itzá no sucede únicamente el 21 de marzo, fecha en que cientos de visitantes acuden a presenciar este fenómeno arqueoastronómico.

Según el arqueólogo Marco Antonio Santos, director de dicha zona arqueológica, el juego de luces y sombras que permite ver cómo el cuerpo de una serpiente baja desde la cima de la pirámide hasta su base también se puede ver desde los días previos al equinoccio de primavera. Desde el jueves pasado, algunos visitantes a la zona han podido contemplar este fenómeno que se registra dos veces al año: en el equinoccio de primavera, el 21 de marzo, y en el de otoño, el 21 de septiembre. “Ahora están más alargados, pero conforme se va acercando el 21 de marzo o el 21 de septiembre se ven mejor formados”, dijo el arqueólogo a este diario.

El investigador del INAH recordó que se trata de un fenómeno arqueoastronómico que se logra por la orientación de la estructura. “Cuando el sol baja por el Oeste se empiezan a formar triángulos de sol y sombra que asemejan el cuerpo de la serpiente, para los mayas, Kukulkán”. El evento se puede ver este fin de semana o el 21 de marzo, día en el que el INAH desplegará un operativo de seguridad para resguardar el sitio y asistir a los visitantes. El acceso al público será desde las 8 hasta las 16 horas. (Con información de Julio Aguilar)

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