El Gobierno japonés anunció hoy que pedirá a la Unesco incluir doce lugares del pasado cristiano del país, seleccionados por su importancia cultural, en la lista del Patrimonio de la Humanidad.

Los doce sitios están ubicados en las prefecturas de Nagasaki y Kumamoto (suroeste), cuna del cristianismo en Japón.

Entre ellos destacan la iglesia Oura -la más antigua del país, y considerada tesoro nacional- y la población de Sakitsu, que acogió a numerosos "kakure kirishitan" o "cristianos ocultos" durante la persecución que sufrió esta religión en Japón en el siglo XVII.

La historia de estos cristianos, recuperada ahora por Martin Scorsese en su película Silencio (Silence, 2016), tiene una importancia cultural "única", destacó el Gobierno nipón.

Además de estos lugares, Japón también propondrá incluir en la lista de patrimonios algunas islas de las prefecturas de Kagoshima y Okinawa (sur), que destacan por su rica biodiversidad.

La solicitud se enviará a la Unesco antes del mes de febrero, informó el ministerio nipón de Exteriores.

Tras un examen sobre el terreno, el organismo internacional decidirá si estos lugares serán finalmente galardonados con la distinción de Patrimonio de la Humanidad en el año 2018.

Japón cuenta con veinte bienes -dieciséis culturales y cuatro naturales- reconocidos por la Unesco hasta la fecha.

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