Bagdad. Las estanterías escasamente iluminadas de la Biblioteca Nacional de Bagdad ocultan un tesoro invaluable: pergaminos amarillentos y arrugados que narran la historia de sultanes y reyes, imperialistas y socialistas, ocupación y liberación, guerra y paz.

Son las crónicas originales de la historia de Irak. Ahora los bibliotecarios y académicos en Bagdad trabajan para preservar lo que queda tras miles de documentos que se perdieron o dañaron durante la invasión del país liderada por EU.

Mientras el grupo Estado Islámico se dedica a destruir los monumentos de Irak, incluso libros y manuscritos irreemplazables en Mosul, ocupada por los extremistas, se lleva a cabo un proyecto masivo de preservación y digitalización de documentos en la capital para salvaguardar más de un siglo de historia.

En cuartos oscuros en los fondos de la biblioteca, los expertos usan una iluminación especial para fotografiar manuscritos inapreciables. Mazin Ibrahim Ismail, director del departamento de microfilme, dijo que están probando el proceso con documentos del ministerio del interior durante el último monarca, Faisal II, que gobernó de 1939 a 1958.

“Una vez que se complete la restauración de algunos de los documentos más antiguos de la era otomana, de 200 a 250 años atrás, empezaremos a fotografiarlos en microfilme”, dijo Ismail. Agregó que los archivos digitales, que no se abrirán inmediatamente al público, son más para asegurarse de que sus contenidos sobrevivan cualquier amenaza futura.

El proceso de restauración equivale a una microcirugía, y el tipo de daño de cada documento constituye un enigma de por sí. Algunos manuscritos están desgastados por el uso excesivo y su antigüedad. Otros están manchados o semiquemados por ataques o sabotajes. Y hay otros que están completamente fosilizados.

“Esos son los libros más difíciles de restaurar”, dijo Fatma Khudair, empleada del departamento de restauración. “Les aplicamos vapor con una herramienta especializada para tratar de aflojarlos y separar las páginas. A veces podemos salvarlos y les aplicamos otras técnicas de restauración. Pero con otros, el daño es irreversible”.

Los técnicos esterilizan manuscritos y documentos durante 48 horas, limpiándolos de polvo y otras impurezas de años. Después pasan cuidadosamente cada página aplicándoles un papel japonés fino especial para conservación y restauración, ya sea para completar los bordes o para recubrir los documentos más delicados.

La Biblioteca Nacional de Bagdad, establecida por los británicos en 1920, ha tenido violentos episodios. A comienzos de la ocupación encabezada por los estadounidenses en 2003, desconocidos prendieron fuego al edificio y destruyeron el 25% de sus libros y un 60% de su archivo. AP

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