Nunca Nayarit había tenido un acercamiento a las letras como el ocurrido el pasado fin de semana. Fueron tres días en los que la plaza de la ciudad que vio nacer a Amado Nervo albergó voces, ideas y pensamientos literarios con que los autores participantes cautivaron a interesados en escuchar una nueva historia.

Tepic se acercó a la cultura al celebrar su Primer Festival Literario; fue la primera vez en que varios reconocidos escritores se reunieron aquí para dar vida a un evento como este. “Es maravilloso llegar a un lugar que tiene tanta sed de cultura. Me siento madrina de algo tan importante como este encuentro que, para muchas personas , significa su primer contacto con el mundo de los escritores”, confesó Beatriz Rivas en charla con EL UNIVERSAL.

El festival no sólo permitió que los escritores presentarán sus nuevos materiales a los ciudadanos de Tepic, sino que hizo posible que lectores junto con autores pudieran convivir en un entorno que generó debate y diálogo, además de transmitir el gusto por la literatura a varias personas que no había tenido contacto tan directo con esta forma de expresión.

La escritora Sandra Frid comentó acerca este tipo de eventos: “Un festival de esta índole marca un antes y un después en la vida cultural de una comunidad como Tepic, la literatura es una forma de comunicación maravillosa. La idea es que lean todo tipo de autores, no solo los que en esta ocasión venimos al encuentro.”

Todas las presentaciones lograron arrancar distintas reacciones en el público; la intención era que cada lectura o diálogo consiguiera desperar el interés por la lectura.

Desde la ponencia de Guadalupe Loaeza, que unificó a varias generaciones de “chicas bien” y arrancó aplausos, o con las palabras de Benito Taibo que despertó la curiosidad hacia el mundo de las letras a través de un diálogo con los más jóvenes hasta con la charla de Juan Villoro, escritor que compartió un importante mensaje a los Tepiqueños al hablar de quen “La literatura brinda esperanza”.

Fueron destacadas también las ponencias de Armando Vega Gil que le dio un tono musical al festival al acompañar su charla con su ukelele; Raquel Castro que despertó una sensación de identificación con las jóvenes que la escucharon; Alberto Chimal, quien generó un ambiente fantástico en el recinto, o de gran impacto también fue la lectura de poemas, con la que la poeta Rocío Cerón celebró de paso su cumpleaños.

“En muchas ocasiones en el país se favorece que los grandes eventos culturales sean en las grandes ciudades, pero todas los estados deberían tener opciones de oferta cultural, entonces cualquier paso que se dé en ese sentido, yo estoy encantado de apoyarlo, dijo Alberto Chimal, entusiasmado por el hecho de que la ciudad Tepic haya abogado por tener un encuentro de este tipo.

“A veces estamos obsesionados con lo urgente que se nos olvida lo que es importante” opinó Raquel Castro. “La cultura es una necesidad que tiene que partir con que se le enseñe a la gente lo que hay en el panorama cultural, me parece fascinante la cantidad de personas que ha acudido y me encanta cómo varios se animan a preguntarte con una cara que dice ‘nunca he estado en este tipo de eventos’, pero que se animan a hacerlo porque en verdad quieren saber”.

El Festival concluyó con una lectura colectiva en que varios de los participantes se despiden de Tepic compartiendo fragmentos de algunas de sus obras, palabras que serán recordadas por estos tres días en el que Nayarit se convirtió en el lugar que cualquier escritor utilizaría como escenario principal de alguna de sus historias.

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