A pesar de que la momificación ha sido protagonista de muchas películas y que da la impresión de que se saben todos los detalles sobre ella, lo cierto es que sigue siendo un auténtico misterio.

Existen varios papiros egipcios que narran parte del proceso, aunque el único autor que lo describe con detalles es el historiador griego Heródoto en el libro II de sus "Historias", donde hace referencia a tres formas diferentes de realizarlo.

Debido a la complejidad, el aura de misticismo e, incluso, su asombrosa efectividad para conservar el cuerpo de una persona, un grupo de científicos de la Universidad Demócrito de Tracia, Grecia, decidió repetir el proceso en la pierna de un cadáver humano de estos días, para descubrir más secretos sobre la forma en la que los egipcios embalsamaban a sus muertos, de acuerdo a información difundida por el portal Abc.es.

Etapas de la momificación 

Heródoto describe que la momificación comienza cuando el faraón moría, momento cuando comenzaba el proceso, de más de dos meses, en el que su cuerpo era preparado para viajar al más allá.

El primer paso consistía en sacar el cerebro a través de la nariz con un gancho curvo. Luego se rellenaban los ojos con rollos de lino, a los que se les agregaban dos ojos artificiales para hacer más natural la apariencia de la momia.

Después, el resto de los órganos internos se extraían por medio de una incisión en el abdomen y se recubría el cadáver por setenta días con natrón, una sustancia utilizada como agente de deshidratación. Durante este proceso, los órganos eran bañados en diferentes sustancias y se guardaban, o bien dentro del cadáver en pequeños paquetes, o en los llamados vasos canópicos.

Finalmente, los embalsamadores recubrían el cuerpo de vendas de lino comenzando con las extremidades, de forma separada, y terminando con el cuerpo entero. Entre las vendas se colocaban diversas capas de resina para adherir los vendajes y por último se completaba el envoltorio con un sudario.

El sistema antes descrito fue repetido, en términos generales, hace pocos meses en la Universidad Demócrito de Tracia. Ahí, los investigadores han momificado la pierna humana de una mujer que, antes de morir, donó su cuerpo a la Universidad de Zurich.

De acuerdo con declaraciones la investigadora Christina Papageorgopoulou, el proceso se realizó porque se quería tener una metodología basada en la evidencia, por lo que la única manera de tenerla era llevar a cabo el experimento.

El proceso inició introduciendo el tejido en una solución salina similar a la utilizada por los egipcios para eliminar la humedad del cuerpo.

Los investigadores tomaron muestra del tejido cada dos o tres días para realizarle todo tipo de pruebas, entre ellas análisis de ADN y de Rayos X.

La momificación fue todo un éxito aunque tardó 208 días, y no 70 como afirma Heródoto, lo que, en palabras de la experta, se puede deber a las condiciones frías del laboratorio, que retrasó el proceso.

Al finalizar el proyecto, los investigadores se dieron cuenta de que el contacto con la sustancia egipcia había acabado con los hongos y las bacterias que nacen tras la muerte y había quedado preservado tanto el músculo como la piel.

El estudio también reveló que la temperatura, la acidez y la humedad del medio ambiente eran factores cruciales en la velocidad del proceso de momificación.

Las conclusiones fueron presentadas en la revista The Anatomical Record, el pasado 22 de mayo.

afcl/sc

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