Como un material ya escuchado, que trascendió en la historia de la música, pero con una nuevo enfoque de adaptación, una especie de oda al teclado y al compositor Johann Sebastian Bach (1685-1750), es "Los caminos del teclado", en el cual el flautista mexicano Horacio Franco grabó al lado del chelista israelí Asaf Kolerstein.

El álbum, que será presentado al público el próximo 31 de mayo en el Auditorio Simón Bolívar del Antiguo Colegio de San Ildefonso, en esta capital, es música para teclado de Bach, puesta en dos instrumentos, "sólo que aquí el reto es muy grande, dada la dificultad que a veces tiene, lo antinatural o complicado que pudiera ser para chelo y flauta, pero al final escogimos obras que se adaptaron muy bien", dijo Franco.

Añadió que lo que hacen es ofrecer adaptaciones de la música de Bach y a dos instrumentos, como no las hizo él, pero que eran muy frecuentes en la época en la que componía y vivía el propio Bach”, añadió Franco, quien recordó que el compositor hacia adaptaciones de sus obras y las reinstrumentaba en sus cantatas.

Bach, detalló, reutilizó mucho su propio material, incluso lo hizo con grandes compositores como Vivaldi, para adaptar los grandes conciertos de orquesta para el órgano, pero en sus propias obras, hizo adaptaciones de obras para otros, pensadas para un instrumento u otro en diferentes ensambles.

El álbum, integrado por más de 20 temas, será presentado en un concierto gratuito donde se ofrecerán piezas como “Allemande y Gigue”, de la suite francesa no. 6 BWV 817, “Courante”, de la partita 6 BWV 830, así como una serie de preludios diversos del “Clave bien temperado. En do menor del primer y segundo libros’.

“Lo que estamos haciendo no es nuevo, la cuestión es que nunca antes se había hecho con flauta y violonchelo, esta combinación que ahora se hace para teclado”, aclaró al flautista, para quien Bach es el más grande compositor de la historia del Barroco.

“Y lo es por la profundidad de sus obras, dado que son piezas muy conocidas para los pianistas y clavecinistas, obviamente es material que siempre es bienvenido, así como la adaptación de estas obras en otros timbres”, comentó.

Las piezas del disco fueron concebidas para el clavecín, donde ambos músicos adaptan sus instrumentos, uno agudo y el otro grave, flauta y violonchelo.

Ninguna de las obras es cambiada de tonalidad y se han respetado al máximo los rangos que abarca el teclado; dicha adaptación implica una dificultad técnica para los dos instrumentos, al momento de transliterar el lenguaje del teclado a éstos.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses