La Ópera de Bellas Artes (OBA) inicia su temporada con Lucia di Lammermoor, de Gaetano Donizetti, bajo la dirección de Enrique Singer y con un elenco encabezado por la soprano siberiana Irina Dubrovskaya y el tenor mexicano Ramón Vargas.

“Esta ópera para mí es especial. Está basada en la novela escocesa La novia de Lammermoor de Sir Walter Scott. Es compleja. Donizetti no la traiciona, de forma interesante mueve a Lucia en un mundo de hombres, deambula entre la fragilidad y la fortaleza”, dijo Singer en conferencia de prensa sobre los motivos que lo llevaron a dirigir la ópera.

El director de escena prometió una reconstrucción basada en la composición estética del bel canto, en donde el acento dramático está en la belleza de la interpretación vocal.

“Nos pareció interesante que la ópera fuera en reconstrucciones plásticas, como una historia a base de cuadros en lugar de en una dramática. Otra razón del cambio es la ubicación. Originalmente está situada en Escocia del siglo XVII, sin embargo, en el México actual resulta lejano el mundo escocés, así que tomamos la Europa barroca que es más cercana para el público mexicano”, comentó el dramaturgo.

Con una producción original del Teatro Bicentenario de León, Guanajuato, la puesta en escena contará con la dirección concertadora del serbio Srba Dinic y otros cantantes como Juan Carlos Heredia y Ernesto Morillo, quienes alternarán con nuevas generaciones como Angélica Alejandre, Hugo Colín, Leonardo Joel Sánchez, Gilberto Amaro y Gabriela Flores. “Son cantantes importantes. Hay quienes apenas comienzan su carrera operística. Es gratificante trabajar con ellos porque creo que la ópera contemporánea no puede quedarse rezagada en la voz de algunos”, expresó Enrique Singer.

Sobre el regreso a México de Ramón Vargas, el director de la Compañía Nacional de Teatro mencionó que para el tenor hacer esta obra por primera vez en México significa volver a casa, ya que es una pieza muy cercana a él.

Irina Dubrovskaya dijo que la ópera representa un gran reto. “Además del esfuerzo que requiere, al final tienes que sobrevivir. Lucia es una victoria de amor y espíritu”, dijo.

Ernesto Morillo habló de las complejidades que tiene una obra de este tipo. “Esta ópera narra sin hacer ver. No es fácil lograr transmitir algo que el público no percibió desde el primer momento. Depende mucho de la ayuda del director , ya que el cantante es un filtro del trabajo intelectual de quien realmente lleva el mando”.

Lucia di Lammermoor tendrá funciones el 19 y 26 de febrero a las 17:00 horas, y el 21, 23 y 28 a las 20:00 horas en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.

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