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Arturo Chacón está contento. Sonríe, platica, avienta besos, saluda a su familia sentada al frente, hace gestos de gratitud. Estrecha con fuerza la mano del director de orquesta que lo acompaña, Enrique Patrón de Rueda, recibe con gusto a la soprano María Katzarava, festeja con aplausos al Coro y Orquesta del Teatro de Bellas Artes.

El tenor tiene razones para sentirse satisfecho. No sólo festeja en el Palacio de Bellas Artes sus 15 años de trayectoria operística, también recibe la ovación de un público.

La Gala de Aniversario es, además, gratuita. Decenas de personas rodearon el recinto durante poco más de una hora en busca de un boleto para escuchar al sonorense.

La Gala abre con “Amor ti vieta”, de Fedora, de Umberto Giordano. Chacón luce en plenitud escénica y vocal. Continúa María Katzarava con “Ebben, ne, andro lontana!” de La Wally, de Catalani; como en días atrás, se escucha y se ve brillante.

Al tenor lo acompañan también la soprano Lourdes Ambriz (actual directora artística de la Ópera de Bellas Artes) y el tenor Óscar Santana.

La segunda parte es dedicada a la música popular. El concierto se vuelve fiesta. Chacón presenta al público casi todas las piezas, por momentos se le ve inquieto al dirigirse a la gente que ha llenado el recinto. “Serenata Huasteca”, “Júrame”, “Bésame mucho” (en el piano con Ángel Rodríguez), “Solamente una vez”, “El triste” son los temas que fluyen en la voz del cantante. Chacón es expresión. Cantante camaleónico que tres minutos está enamorado hasta la médula y después está saboreando el dolor. Está cómodo en ambos repertorios, no así María en “Dime que sí”, pero su timbre es tan bello que a nadie le importa. Dos encore, ovaciones. Chacón está contento.

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