Como un poeta que hizo de la palabra un camino hacia nuevos horizontes, fue recordado el escritor y narrador mexicano Raúl Renán -quien falleció este miércoles a los 89 años de edad- por Lidia Camacho , directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) .

En un comunicado, el INBA informó que los restos del autor de obras como Henos aquí (1993), Serán como soles (1996), Los silencios de Homero (1998) y Mi nombre en juego (2008), son velados en la funeraria J. García López , ubicada en la colonia Juárez de esta capital.

Raúl Renán encarnó la humildad como signo de su grandeza. Siempre generoso, estuvo atento a la formación y acompañamiento de nuevos poetas, quienes encontraron en él a un guía con quién explorar los caminos que ofrece el lenguaje, destacó el Instituto.

Consideró que entre los rasgos distintivos de la obra de Raúl Renán (Yucatán, 2 de febrero de 1928-Ciudad de México 14 de junio de 2017) se encuentra su inteligencia lingüística, su amor a las palabras, su sensibilidad para la fonología, su conciencia lúdica, su constante experimentación y la forma en que con base en el lenguaje fue capaz de erigir nuevos mundos.

De acuerdo con la Secretaría de Cultura federal, el autor originario de Mérida dejó un legado de más de 30 títulos de poesía, narrativa y ensayo .

Entre su obra poética destacan Lámparas oscuras (1976), Catulinarias y sáficas (1981), Gramática fantástica (1983), Los urbanos (1988), Viajero en sí mismo (1992), Parentescos (2003), A salto de río (2005) y Cómo fue el presagio (2012).

En cuento publicó Una mujer fatal y otra (1983), Los niños de San Sebastián (1986), Los siete pecados capitales, en colectivo (1989), Comparsa (1990), Serán como soles (1996) y Ambulario (1997).

nrv

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