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Entre el 26 de septiembre y el 3 de octubre de 2016, Úrsula Iguarán y su marido, el coronel José Arcadio Buendía, protagonizaron en Twitter una reyerta marital en la que se coló Melquíades, el gitano que cada marzo llega hasta Macondo para seducir a los crédulos; en ese intercambió de tuits entre los Buendía se habló de revolución, de Amaranta, de que se les acaba la plata y también allí dijeron que llamarán Arcadio al hijo que esperan.

Esa discusión de la saga familiar no ha sido única. Apenas hace unos días, a finales de marzo y los primeros seis de abril de este 2017, otra Úrsula Iguarán comenzó una nueva gresca en Twitter con el coronel Aureliano en la que participaron, esta vez, Aureliano Babilonia y Amaranta Buendía. Ahora la familia mantuvo su intercambio de tuits con el hashtag #cienañosdemacondo y una de las sentencias de Úrsula, la matriarca de Macondo, fue: “Mis últimos recuerdos se entrelazan con los primeros, ¿que fue de mi vida en mis cien años de soledad?”

En redes sociales, sea Twitter, Facebook, Instagram, YouTube y otras más, es común ver al coronel José Arcadio Buendía subiendo mensajes y fotos, lo mismo los hay sobre frases y citas de las obra de Gabriel García Márquez que sobre el acontecer mundial. Allí hay más de una cuenta con el nombre de Úrsula Iguarán y Remedios La Bella, abiertas en los últimos años por seres que habitan el mítico Macondo.

Allí, desde su perfil, @Jose_Arcadio_B2 dice: “Me casé con mi prima Úrsula. Me reconozco por ser una persona de carácter fuerte, de buen físico y por tener un gran interés por la ciencia, mecánica y alquimia.” Allí también @ursulaiguaran16, quien se unió a Twitter en septiembre de 2016 y vive desde luego en Macondo, afirma: “Soy madre y el eje de la familia Buendía. Soy una mujer autoritaria y laboriosa, lo que provoca que contraste fuertemente mi temperamento y el de mi esposo.” En esa red social, Aureliano Buendía, conocido como @Nico_otherside dice: “Coronel, 32 guerras civiles ni una ganada. Algo mentalista. Hijo de Ursula y J. Arcadio, padre de 17 hijos, de 17 madres distintas. Solitario, forjo peces de oro.”

Hoy, cuando justo se cumplen 50 años de que comenzó a circular en Buenos Aires la primera edición de Cien años de soledad bajo el sello de Sudamericana, la novela que el narrador colombiano escribió en México, entre 1965 y 1966, está más viva que nunca gracias, en parte, a Internet y las redes sociales. Miles de personas se han apropiado de ella y de sus personajes, viven en Macondo, crean y creen en Macondo, y viven sus días alrededor de la historia de Cien años... contada por una familia en siete generaciones.

Una novela de todos. En medio siglo de vida, Cien años de soledad ha vendido más de 30 millones de ejemplares y ha sido traducida a más de 35 idiomas. Sigue siendo célebre el arranque de la que el mundo considera la obra maestra de Gabriel García Márquez: “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo”.

A cinco décadas de distancia, cientos de personas rinden homenaje a Gabriel García Márquez al leer fragmentos de la novela en videos y subirlos a YouTube. Decenas de personas hacen suyos los nombres de los protagonistas de la novela para tener su cuenta en Twitter y Facebook; y decenas de personas suben frases y fragmentos de la obra de Gabo, citan sus palabras en sus perfiles y veneran a sus personajes.

En Chile, hace dos años, una profesora de secundaria puso a leer a sus alumnos Cien años de soledad y pidió ilustrarla con memes. La profesora de Lenguaje del Liceo Carmela Carvajal de Prat, Jacqueline Bustamante Reumante, se las ingenió para que sus alumnos leyeran y comprendieran las 471 páginas de Cien Años de Soledad.

Claro que los niños comprendieron la novela y crearon memes de una creatividad sorprendente. Uno de ellos que incluye la palabra censurado, contado en seis cuadros, un hombre pregunta “¿Quiénes somos?” y tres chiquillos le responden: “¡Los Buendía!”; el personaje vuelve a preguntar: “¿Qué queremos?”, ellos responden: “¡Incesto!” y él de nuevo pregunta: “¿Cuándo lo queremos?”; y ellos responden: “¡Ahora!”

Esa ingeniosa manera de acercar a los muchachos a una magna obra se convirtió en una noticia que corrió como reguero; los memes circulan en las redes sociales y muchos se han acercado a la novela a través de esta historia que no deja de ser leída y compartida por sus miles de lectores.

Cada día, frases de Gabo circulan en Internet, las fotos del Premio Nobel de Literatura 1982 son intervenidas y subidas a la web como una manera de hacerlas suyas, pero también de compartir esta historia.

Cada día también se suman más vistas al video “Gabriel García Márquez IV Congreso de la Lengua española Cartagena 2007”. Ese día, el 26 de marzo, García Márquez, con traje impecablemente blanco, leyó en Cartagena unas páginas donde relata el origen de Cien años de soledad. Allí dijo: “No sé a qué horas sucedió todo. Sólo sé que desde que tenía 17 años y hasta la mañana de hoy, no he hecho cosa distinta que levantarme temprano todos los días, sentarme frente a un teclado para llenar una página en blanco o una pantalla vacía del computador, con la única misión de escribir una historia aún no contada por nadie, que le haga más feliz la vida a un lector inexistente”. Hasta ahora tiene 285 mil 269 vistas.

En YouTube pedir Cien años de soledad arroja cerca de 20 mil 600 resultados; y Macondo, cerca de 139 mil. Pero Gabriel García Márquez arroja 164 mil; y la lectura del primer capítulo de Cien años de soledad en la voz del propio Gabo, publicado el 15 de enero de 2015, que dura 39 minutos con 52 segundos, se ha visto 116 mil 519 veces.

San Gabo. En Facebook hay cuentas en homenaje a Gabo, administradas por artistas visuales o lectores que lo admiran. Allí existen al menos 150 cuentas llamadas Gabriel García Márquez o relacionadas con Gabriel García Márquez. Las hay de colegios de todas los niveles, públicos y privados, instituciones culturales y artísticas, cuentas para sólo difundir frases del escritor colombiano que murió en México el 17 de abril de 2014. De entre todas ellas, sólo cuatro cuentan con la verificación de Facebook.

Incluso hay artistas visuales que celebran la obra de Gabo. Aonghas Crowe, quien es escritor, artista visual, traductor independiente y blogger, abrió en noviembre de 2009 la cuenta en Twitter San Gabo, @GaGarciaMarquez. En esa página, el artista originario de Portland que vive en Fukuoka-shi, Fukuoka, en Japón, dedica buena parte de su tiempo a rendir homenaje a Gabo y a su obra.

Cada día Cien años de soledad sigue deparando sorpresas. En Google Trends, las estadísticas muestran que en los últimos cinco años el mayor número de búsquedas sobre Cien años de soledad ha salido de El Salvador y Colombia; seguidos de Ecuador, Chile, República Dominicana, Perú, Venezuela, Guatemala y, en noveno lugar, México. Por esas estadísticas se sabe que Oaxaca, Puebla, Zacatecas y Guerrero encabezan las búsquedas que realizan desde México. Y que, contrario a lo que se piensa, la Ciudad de México se ubica en el lugar 22.

Allí se sabe que los mexicanos lo que más buscamos es la novela, fundamentalmente el PDF de descarga gratuita y que un bajísimo porcentaje busca el resumen o la reseña de la obra.

Por Internet sabemos que Aureliano Babilonia‏@aurelianobab12 asegura que: “En el lazo incestuoso, hemos sido condenados a ‘Cien Años de Soledad’” y Amaranta Buendía, @amarantabuend10 dijo apenas el 6 de abril: “¿Cuantas veces tendré que decir que nunca me casaré?”

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