Investigadores de la Universidad de Málaga (sur de España) han hallado un método para calcular de forma fiable la riqueza léxica de los hablantes, lo que denominan el tamaño virtual del vocabulario, según informó hoy esta institución educativa en un comunicado.

Tradicionalmente el estudio de la densidad léxica ha estado orientado a los textos escritos, y se toman en cuenta variables como la estructura del discurso, la reiteración de términos o el uso de sinónimos.

Sin embargo, existe otro tipo de perspectiva aplicada por los lingüistas que, junto a los anteriores factores, pone el foco también en la expresión oral y en cómo el contexto sociocultural del propio sujeto influye de un modo u otro en los resultados.

Este es el caso del estudio presentado por investigadores del grupo VUM (Vernáculo Urbano Malagueño), que han hallado un método para calcular el tamaño virtual del vocabulario de un individuo.

Para el trabajo se ha usado un corpus lingüístico del español hablado en Málaga, material oral que fue obtenido tras más de ochenta horas de grabación en las que, además, se trató de registrar mediante cuestionario variables de cada participante, como la edad, el género, la ocupación profesional o el nivel educativo.

Según el responsable de la investigación, Antonio Manuel Ávila Muñoz, gracias al corpus de partida se pueden detectar diferencias en la comunidad estudiada y los modelos educativos que tienen presentes los hablantes durante la interacción comunicativa.

El algoritmo permite conocer la diversidad léxica usada en el intercambio lingüístico y determinar cuándo la densidad del léxico aumenta y cuándo decrece en la conversación.

Entre los factores a tener en cuenta, los más importantes a juicio de los investigadores son el contacto con los medios de comunicación, la ocupación profesional, la educación y la clase social.

"La relación que tiene el individuo con los medios de comunicación, por ejemplo, influye en gran medida en su integración con la cultura general y los valores y normas de la comunidad", asegura el investigador.

Tras analizar los datos obtenidos, Ávila Muñoz sostiene que "la causa de tener un mayor o menor índice de riqueza léxica radica principalmente en el acceso a la educación formal y a la cultura, aunque la profesión y el rol desempeñado en esta parecen también jugar un papel clave".

Añade que el hecho de que tener más o menos léxico "no parece influir en la eficacia de la comunicación, ya que el individuo suele adaptarlo a sus necesidades y objetivos".

nrv

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