El ministro de Cultura de Marruecos, Amin Sbihi, negó hoy que se hayan vendido libros antisemitas y otros escritos anti-islámicos en el Salón Internacional del Libro de Casablanca, la mayor feria del libro del país que fue organizada la semana pasada.

"Los libros atentatorios contra el islam u otras religiones, libros que incitan al odio, al racismo y al antisemitismo no tienen ninguna cabida en el Salón del Libro", aseveró hoy el ministro marroquí en un comunicado.

Sbihi afirmó que la lista de los libros expuestos en la feria se someten a un análisis "riguroso" antes y durante la celebración del evento que tuvo lugar entre el 9 y 19 de febrero.

El ministro sale así al paso de unas informaciones publicadas por el centro Simon Wiesenthal sobre la exposición de escritos antisemitas y anti-islámicos en la feria, y que fueron recogidas posteriormente por varios medios electrónicos.

Además, el ministro marroquí resaltó los "sólidos vínculos" que unen a los marroquíes de confesión judía con el país magrebí.

Marruecos siempre ha reivindicado su legado judío y ofrece protección especial a la comunidad hebrea en el país. No obstante, entre la opinión pública y los partidos políticos hay una gran hostilidad a toda aproximación hacia Israel, alimentada por la profusión de imágenes de víctimas palestinas en los medios árabes.

El Salón Internacional de la Edición y el Libro de Casablanca (SIEL) expuso este año 100 mil libros presentados por 702 editoriales, pertenecientes a 54 países, y recibió un público de 345 mil 830 personas.

Los organizadores precisaron que este año solo un 8 % de las publicaciones de la feria incluyen contenidos religiosos.

nrv

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