La demanda penal de la viuda de Jorge Luis Borges, María Kodama, en contra del escritor argentino Pablo Katchadjian provocó una oleada de indignación en el mundo cultural que se traducirá en un acto público el próximo viernes en la Biblioteca Nacional.

La polémica, que bien podría enmarcarse en la literatura fantástica que desarrolló el escritor más importante que ha dado Argentina, comenzó en 2009, cuando Katchadjian publicó “El Aleph engordado”, una obra en la que retoma uno de los cuentos clásicos de Borges.

Kodama demandó por plagio a Katchadjian, en una de las múltiples acciones judiciales que ha llevado a cabo contra otras personas para, según ella misma ha explicado, defender el legado de uno de los escritores fundamentales de la literatura universal.

Después de perder en dos instancias judiciales, la viuda de Borges ganó la pelea de manera sorpresiva la semana pasada, gracias a que el juez Guillermo Carvajal procesó y embargó por 80 mil pesos (unos seis mil dólares) a Katchadjian al considerar que copió la obra de Borges.

“El Aleph engordado”, que sólo tuvo una tirada de 200 ejemplares, es una intervención del libro de Borges, al que Katchadjian reproduce intacto, sin alterar una sola coma, pero al que le añade reflexiones y comentarios propios.

La comunidad literaria argentina se solidarizó de inmediato con Katchadjian y cientos de escritores ya firmaron una carta abierta en la que explican que el escritor no cometió ningún fraude, ya que en todo momento deja en claro que es una reescritura del cuento de Borges, al que le añadió cinco mil 600 palabras.

“El resultado es una nouvelle con un clima, personajes y estilo que remiten al universo poético de Pablo Katchadjian y se integra al resto de sus obras, entre las que se encuentran novelas y libros de poemas que fueron traducidos para ser editados en los Estados Unidos, Francia, Bélgica, Israel y Chile. No hubo plagio”, asegura la misiva.

Agrega que “no hubo intención de engañar a nadie y tampoco, por la pequeña tirada, el autor obtuvo un beneficio económico. No hubo, como argumenta la querella, perjuicio para con la obra de Borges: la lectura de El Aleph engordado de Katchadjian es una invitación a la relectura de ‘El Aleph’ de Borges e incluso invita a releer toda su obra”.

Claudia Piñeiro, César Aira, Carlos Gamerro, Ricardo Piglia, Damián Tabarovsky, Mario Bellatin, Martín Caparrós, Gabriela Cabezón Cámara, Mariana Enriquez, Gustavo Nielsen, Josefina Licitra, Juan Forn y la mexicana Margo Glantz son algunos de los cientos de escritores que ya firmaron la carta.

rqm

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