Sergio Vargas Escoruela, el pianista de 11 años de edad originario de Torreón, Coahuila, regresa al como solista de la Orquesta Sinfónica de Bellas Artes (OSN), bajo la dirección de Pablo González, e interpretará el Concierto para piano núm. 8 en do mayor K. 246 de Mozart, este viernes 24 de marzo a las 20:00 y el domingo 26 a las 12:15.

En conferencia de prensa, el pianista ha sido reconocido por importantes músicos, como el pianista Alberto Cruzprieto y Carlos Miguel Prieto, director de la OSN, sostuvo que es un honor tocar la Sinfónica.

El director huésped Pablo González, quien ha sido titular de la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña, indicó: “Llama mucho la atención la naturalidad que tiene, su tranquilidad y alegría, eso es fenomenal. Son cualidades indispensables por si desea seguir en esto, porque pasa que encuentras músicos jóvenes que son muy talentosos, pero ponerse delante de la orquesta les supone un shock grande aunque con los años hay gente que vence perfectamente ese obstáculo. En Sergio es muy bonito ver que ese es un camino que ya tiene hecho”.

Y añadió: “Está en formación pero me gusta ver que toca con mucha elegancia, con naturalidad, intentando demostrar nada, eso me maravilla. No tengo la sensación de que él sienta presión de mostrar algo, está claro que es feliz y eso es lo que queremos comunicar a nuestro público: la alegría y la música tan hermosa como el concierto de Mozart. Me sorprendió saber que había un solista de once años, pero tocar juntos ha sido como estar en casa. A veces, cuando somo mayores, nos complicamos muchos la vida, por eso ha sido un soplo de aire fresco trabajar con Sergio, recordar por qué somos felices haciendo música”.

El pianista inició sus estudios a los siete años con la profesora Mariana Chabukiani, participó con la Camerata de Coahuila en el concierto De duendes y prodigios, así mismo obtuvo el segundo lugar en el séptimo concurso nacional de jóvenes pianistas “Parnassós 2014” y el primero en la octava edición del mismo concurso en 2015.

“Me gustó mucho tocar con la Sinfónica porque es la más importante del país y tocan muy bonito. Tengo programado un concierto en la Sala Nezahualcóyotl y luego otro recital en Bellas Artes en donde voy a tocar Mama oca, de Ravel, con el maestro Alberto Cruzprieto. Con la OSN estuve muy alegre, no me pongo nervioso porque la música te hace feliz, así que no me pongo nervioso. Además, la orquesta toca muy bonito y tienes que estar alegre. Siempre se pueden hacer mejor las cosas y tomo muy bien las indicaciones del maestro”, dijo.

Vargas ha ganado diversos premios como el primer lugar en el II Concurso Nacional Infantil de Piano Cedros UP-Yamaha, donde también ganó el premio a la mejor interpretación de la obra obligatoria en su categoría e hizo su debut en Bellas Artes con el espectáculo ¿Conoces a Wolfi?, con Mario Iván Martínez.

“Cuando toco el piano me encierro como en un mundo imaginario porque la música te envuelve y te encierra, es posible que puedas escuchar a un bebé llorando en el teatro pero no te distrae porque la música te arropa. No sé, la verdad, si es difícil tocar el piano. Santa Claus me trajo un teclado porque lo pedí y luego le dije a mi mamá que quería tomar clases. Fui a unas clases y no me gustaron, pero luego, cuando tenía siete años, fui con mi maestra y ahí me quedé. No he dejado de hacer cosas, excepto cuando hay fiestas y me tengo que ir más temprano porque tengo mis clases de piano y tengo que estudiar, pero son sacrificios que tengo que hacer para mejorar y pues a mi me gusta mucho tocar el piano. En todo tengo que tener cuidado porque ya tengo presentaciones y pues no debo lastimarme las manos, no sé si es todo lo que quiero hacer, no sé si seré pianista y otra cosa”, explicó el músico.

Sergio también ha participado en el Concurso Nacional Infantil de Piano Cedros Up-Yamaha. Su maestra es Mariana Chabukiani y cuenta con el apoyo de sus padres, quienes están orgullosos de los avances y de los logros del niño. “Para nosotros es fundamental que Sergio sea un niño feliz y nos damos cuenta de que la música lo hace muy feliz. El talento del niño lo ha venido descubriendo su maestra, nosotros sólo atendimos su inquietud de estudiar piano. Su abuelo toca música popular y forma parte del coro de una iglesia desde muchos años, así que me parece que por ahí mi hijo se encausó en la música. Es un niño muy dedicado y eso le ha permitido avanzar muy bien. Es un niño de retos y su maestra lo ha sabido encausar”, indicó su madre María del Pilar Escoruela.

nrv

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