Uno de los monumentos más visitados de Europa es la Basílica de la Sagrada Familia , considerada la obra más importante del arquitecto catalán Antonio Gaudí , quien falleció antes de poder ver concluida su construcción, luego de más de 40 años de trabajos.

Gaudí jugó un papel activo en su construcción hasta su muerte en 1926 y con este monumento mostró su grandeza como artista, llegando al pináculo de su carrera en su muy particular estilo naturalista.

Su deseo fue que la construcción de la iglesia fuese financiada por el pueblo y que con el importe de las entradas se llegara a la finalización de esta monumental obra, que dio inicio en 1882.

Simbólicamente, la Basílica de la Sagrada Familia es la expresión en piedra de la fe cristiana.

En este templo, que enaltece a la familia de Nazaret como modelo de familia unida, los cristianos reconocen aquello en lo que creen, particularmente los fieles de la Iglesia Católica.

Aun así, quienes profesan una fe distinta a la cristiana o no practican ningún culto, pueden encontrar las claves para entender los fundamentos de esta religión, es decir, la historia de la Iglesia, las sagradas escrituras, la tradición y la advocación de los santos, la doctrina y el culto cristiano.

La Sagrada Familia es un centro de espiritualidad internacional que, en un lugar excepcional, busca acoger personas de todas las procedencias y credos e invitarlas a compartir un sentido de la vida, basado en el amor, la armonía, el bien, la generosidad y la paz.

La Basílica de la Sagrada Familia es, sin duda, uno de los principales íconos de la ciudad de Barcelona, una joya del modernismo de Antonio Gaudí, genial arquitecto que deseaba un templo expiatorio, siguiendo su ideal de exaltación de la naturaleza como máxima obra divina.

Cada año, 4.5 millones de personas visitan esta joya arquitectónica, aunque tomando en cuenta a quienes la admiran desde fuera, el magnetismo de esta basílica atrae a unas 20 millones de personas.

La finalización de la Basílica de la Sagrada Familia se estima para 2026, a 100 años de la muerte de Gaudí, una de las figuras más universales de la cultura catalana y de la arquitectura internacional, quien trabajó en esta obra durante 43 años.

Los diferentes elementos arquitectónicos de la Basílica tienen un simbolismo cristiano ordenado jerárquicamente, el cual quedará plasmado en sus 18 torres.

En el centro estará Jesucristo, y a su alrededor, las cuatro torres que representan los evangelios.

La torre sola del ábside, coronada por una estrella, representa a su madre, María, y las 12 torres restantes representan a los 12 apóstoles.

Se mire desde donde se mire, una vez acabadas las 18 torres ofrecerán una visión extraordinaria y darán una sensación de elevación alrededor de la torre central, dedicada a Jesucristo.

sc

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