El Museo de Arte de Nueva York (MoMA) acoge una gran retrospectiva de la multidiscipinar obra de Robert Rauschenberg, que transgredió las fronteras del arte en el siglo XX al combinar pintura, collages de fotografías y objetos cotidianos.

La exposición "Robert Rauschenberg: Among Friends", que podrá verse a partir del 21 de mayo, abarca más de 250 piezas estructuradas cronológicamente que muestran el amplio abanico de técnicas y estilos con los que trabajó el artista estadounidense, precursor de varios movimientos de la posguerra.

Sin afiliarse a un grupo concreto de artistas, Rauschenberg hizo incursiones que van desde el expresionismo abstracto hasta el Pop Art, desafiando la estética dominante mediante la yuxtaposición aparentemente arbitraria de colores, imágenes impresas y materiales que varían de textura y tamaño.

En Canyon (1959), uno de los célebres "combinados" que comenzó a realizar a mediados de los años 50, es un ejemplo del carácter tridimensional de sus obras, ya que integra en el cuadro un águila disecada que fue encontrada entre deshechos en la calle con trozos de ropa, metal y una fotografía de su hijo, entre otros elementos.

"Él quería que el arte estuviera abierto al mundo y presente en todos los espacios, quería abarcar todas las superficies (...) Y con ello rompió las barreras del arte tradicional", explicó hoy la comisaria de la exposición, Leah Dickerman.

Las múltiples colaboraciones que mantuvo con figuras del mundo de la música y las artes escénicas, como el compositor John Cage y las coreógrafas Merce Cunningham y Trisha Brown, son una manifestación más de su extensiva iconografía, que se puede ver en piezas como Scanning (1963), donde combina la serigrafía con el óleo.

Esta obra forma parte de una extensa serie realizada entre 1962 y 1964 en la que incorpora imágenes de bailarines e intérpretes de la compañía de danza en la que trabajó, así como otras referencias personales y emblemas de la cultura urbana estadounidense.

"Rauschenberg aspiraba a transformar el concepto de arte en la idea del encuentro y el compromiso de colaboración, con personas o cosas que le rodean", subrayó la comisaria al presentar este martes la retrospectiva.

Este revolucionario artista, nacido en 1925 y fallecido en 2008, fue también un exponente importante de la "performance", con trabajos realizados a partir de sus colaboraciones teatrales, en los que la obra de arte constituye la propia actuación de danza.

La exposición incluye Pelican (1963), su primera muestra escénica, una instalación de vídeo en la que el propio artista, junto a varios intérpretes, baila en patines y con paracaídas.

Destacan también instalaciones artísticas como Mud Muse, creada a finales de los años 60 con la colaboración de varios ingenieros, que consiste en una enorme piscina de arcilla bentonita -utilizada en refinerías de petróleo- y agua que incorpora un sistema de aire comprimido (activado por sonido) que forma llamativas burbujas.

Con este tipo de representaciones Rauschenberg pretendía mostrar las infinitas posibilidades de la experimentación con arte y tecnología, así como su pasión por la innovación y la ciencia en una época marcada por la llegada del hombre a la Luna.

La exposición muestra también varios trabajos de serigrafía que Rauschenberg realizó bajo la influencia del padre del Pop Art, Andy Warhol, a partir de imágenes ya hechas ("readymade") de acontecimientos mundiales sacados de los periódicos.

En "Retroactive I" (1964), el artista homenajea al presidente John F. Kennedy, que en aquel entonces acababa de ser asesinado, al crear una serigrafía a partir de una fotografía suya combinada con otras imágenes relevantes de la época, como la de un astronauta del Apollo 21.

De este modo, se trata de una retrospectiva centrada en su "profunda y transgresora relación con grandes iconos de la cultura de la posguerra en Estados Unidos", lo que lo convirtió su obra en una de las "más influyentes" del siglo XX, concluyó Dickerman.

sc

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