Defensa tardía ante el Metrobús en Reforma

Muy aguerridos andan los vecinos de la colonias cercanas a la avenida Reforma por el proyecto de construcción de la Línea 7 del Metrobús, especialmente porque, dicen, se está alterando un ícono histórico, cultural y natural, además de que se trata de la avenida más importante de México. Para manifestar su oposición al proyecto, en redes sociales, como Facebook, abrieron incluso una página llamada No al Metrobús de Reforma, en la que manifiestan su rechazo por este proyecto que consideran alterará uno de los corredores históricos más importantes del país y porque, aseguran, desconocen si INAH e INBA ya dieron su autorización. Vecinos y defensores del patrimonio arquitectónico en el país se han sumado a la causa, pero lo curioso es que esa página de denuncia fue creada hace apenas unos días, cuando la obra va ya viento en popa y una gran parte de la traza que el INAH considera como histórica ha sido intervenida. ¿Ya es un poquito tarde para rasgarse las vestiduras, no?

Sin atender el Albarradón de Acalhuacán Ecatepec

Continúan las denuncias por lo que la obra del Mexibus está haciendo al Albarradón de San Cristóbal o Albarradón de Ecatepec en el estado de México y, nos cuentan, continúa también el silencio de las autoridades. Miembros del Centro de Estudios Mesoamericanos. A.C. y amigos del Albarradón. A.C. alertan en el sitio de El Caballito Conservación que el Mexibus pasará por encima del monumento histórico y dan como pruebas fotos de la traza donde se dibujó una línea blanca que, sostienen, es por donde se pretende llevar este sistema de transporte. Denuncian que no se respeta ni la Ley de Monumentos de 1972 ni el decreto presidencial emitido por Vicente Fox de protección de este monumento colonial. Las organizaciones siguen esperando que INAH y Secretaría de Cultura demanden el respeto por el que es el último vestigio de un complicado sistema hidráulico prehispánico y colonial.

Pianistas se quejan de la “Chafónica Andamal”

La Orquesta Sinfónica Nacional abrió en días recientes una serie de convocatorias a músicos nacionales. Se busca desde el concertino hasta un jefe de sección de corno. Nos cuentan que a la audición para pianistas llegaron cerca de 20 músicos, pero fue declarado desierta, aunque no por falta de talento sino porque el proceso fue muy cuestionable. A los pianistas se les pidió que preparan una serie de obras de compositores como Holst, Tchaikovsky, Bartok, Mozart, Bernstein, Copland, Strauss, y que llegaran preparados con piezas para celesta, clavecín y órgano; pese a la gran cantidad de obras, sólo fueron escuchados ¡un minuto! Y las copias que les entregaron estaban borrosas, la sala a media luz y el piano en tan malas condiciones que a más de uno le fue imposible realizar un glissando —adorno que consiste en deslizar los dedos por el teclado—. Los músicos, nos aseguran, se sintieron ofendidos por la falta de seriedad y por hacerlos asistir a un trámite burocrático y no a una verdadera audición que busca talento para la agrupación que, desde hace tiempo, se ha ganado el mote de la “Chafónica Andamal”. ¡Zaz!

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