La charla que mantuvieron Helio Flores, José Hernández y Bernardo Fernández dentro del marco de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM), fue con el propósito de acercar su trabajo y describir cómo es el proceso creativo que realizan en cada uno de sus cartones a los asistentes que se dieron cita en la Sala Sotero Prieto.

Con un contundente "no soy historietista, me siento cartonista” el maestro Helio Flores comenzó el diálogo en la séptima Jornada de Cómic celebrada dentro del FILPM en donde aclaró, también, tener una relación pendiente con la historieta. Tanto José "Pepe" Hernández, como Bernardo "Bef" y una audiencia inquieta por las declaraciones del monero por excelencia, atendían cada una de las palabras y ademanes que protagonizaba el también colaborador de EL UNIVERSAL.

La creatividad es el pilar fundamental para resolver una situación que toma como raíz el dibujo. Bernardo Fernández, historietista y diseñador gráfico, se refirió al cartonista como una persona que prefiere dibujar en vez de hablar; de exponer sus ideas y mostrarse tal cual es dejando que su puntilloso humor invada las páginas de los diarios.

Al cuestionarlo acerca de la transición que hay entre la historieta y un cómic el artista expuso su postura sobre la labor que realiza el historietista, enfocándose en una cuestión de organización y un principio de paciencia para realizar cada uno de los detalles que requiere la obra. Algo que no sucede con una caricatura política: "el cartón se realiza en un mismo día; se piensa en la idea y posteriormente se realiza la ejecución", puntualizó.

Helio comentó que en ambos procesos gráficos se utiliza el mismo material: una buena cantidad de tinta, papel y restiradores. Sin embargo, una de las diferencias que se marcan en estas técnicas es el formato en el cual desarrollan el discurso gráfico.

El cartón es una síntesis crítica de los hechos que se manifiestan en la esfera política del país, mientras que la historieta cuenta un relato descriptivo de una serie de acontecimientos.

Por otro lado, su colega, el caricaturista José Hernández compartió la idea de Helio al referirse a sí mismo como un "cartonista acérrimo", guiado por el sentido crítico en la caricatura política.

A su vez, el monero que desde 2005 participa en La Jornada, expresó que los trabajos realizados por Helio Flores: “El hombre de Negro” (1968) y “Patatús” (1984) lo motivaron e inspiraron con cada uno de los elementos gráficos que desarrolló a creer en la importancia de este arte.

¿Cansados de tanta corrupción?

Para Pepe Hernández, la corrupción y la inmoralidad política son la metería prima para elaborar su trabajo. "Mientras peor le vaya al país mejor para nosotros", comentó entre risas. Por su parte, Helioflores realiza su labor con pasión y honestidad, para él no es un trabajo que lo agobie, al contrario, es un llamado a manifestar a través de una idea su forma de ser y de jugar con la realidad.

En cuanto a sus procesos de imaginación, Helio toma como referente una fotografía para explotar los factores creativos en sus obras. El sentido de lo cómico, el sentido de lo fantástico y el sentido de lo crítico ante la vida conforman su naturaleza de monero. En promedio se tarda entre dos a tres horas para realizar un cartón. El aguijón humorístico de José Hernández parte de la situación que viven los protagonistas políticos en México.

Los moneros toman como ejes rectores en su labor profesional el no autocensurarse, ver y dibujar la realidad tal cual es; con sus matices, sombras y texturas. "Sería un riesgo autocensurarse y peor aún relacionarse directamente con la clase política", apuntó. Para Helio Flores es sano estar alejado de la corrupción y el poder, él prefiere acercarse a un trozo de papel, acompañado de un lápiz y tinta.

sc

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