Un estudio genómico de una bacteria estomacal nociva, Helicobacter pylori, revela que las cepas extranjeras se entremezclaron con y reemplazaron las cepas locales después de la llegada de europeos y esclavos africanos a través de las Américas.

El estudio de Kaisa Thorell, del Instituto Karolinska en Suecia, Koji Yahara del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas en Japón y sus colegas se publica este jueves en PLOS Genetics.

Las Américas han sido un crisol, no sólo para diversos seres humanos durante los últimos 500 años, sino también para las cepas del microbio Helicobacter pylori llevadas en los estómagos de los humanos. La bacteria persiste durante décadas y comúnmente se extiende de padre a hijo, pero también puede colonizar nuevos huéspedes e intercambiar ADN con cepas locales.

Los científicos analizaron 401 secuencias del genoma de 'H. Pylori' de cepas recogidas en Norte, Centro y Sudamérica y encontraron que las cepas europeas y africanas se mezclaban en las Américas, con escasa contribución de las cepas locales, lo que sugiere que las poblaciones bacterianas evolucionaron rápidamente y se propagaron a toda velocidad a personas de diferentes etnias.

Un análisis posterior reveló que la capacidad de una cepa para adaptarse a un grupo étnico diferente se basa en un puñado de genes del sistema inmunológico humano.

Este estudio de las poblaciones de 'H. Pylori' en las Américas aporta nuevos datos sobre la relación entre la migración humana y la diversidad bacteriana, pero también tiene implicaciones para la salud humana.

'H. Pylori' es un problema de salud importante en América Latina, donde provoca úlceras y altas tasas de cáncer de estómago.

Trabajos anteriores han identificado un vínculo entre el riesgo de cáncer y un desajuste entre la etnia del paciente y el origen de la cepa bacteriana. Los hallazgos actuales pueden ser útiles para exploraciones futuras acerca de la conexión entre cepas bacterianas individuales y su riesgo asociado de causar cáncer de estómago en diferentes poblaciones humanas.

Según el coautor Daniel Falush, de la Universidad de Bath, en Reino Unido, se ha descrito a menudo el Helicobacter pylori como un patógeno que se pasa en su mayoría de padres a hijos. "Nuestro estudio muestra que en las Américas su evolución ha sido mucho más dinámica. Las cepas nativas americanas han sido ampliamente superadas. Parecen haberse trabajado especialmente bien, hibridándose con cepas de origen europeo y formando nuevas subpoblaciones distintas, adaptadas a las condiciones locales, en América del Norte, Central y del Sur", detalla.

sc

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