Los disimulos cervantinos

Al Comité Organizador del Coloquio Internacional Cervantino, nos dicen, no le hizo nada de gracia unir sus esfuerzos con los del Festival Internacional Cervantino. Y es que por las conmemoraciones de los 400 años de Miguel de Cervantes no les quedó de otra que estar juntos y revueltos. En principio no sonaba tan mal la idea pero conforme avanzó el tiempo, los del Coloquio se dieron cuenta de que el FIC acaparó casi toda la atención y no quedó claro quién era quién y quién organizaba qué. Por ejemplo, Numancia, la extraordinaria puesta en escena de la Nacional de Teatro era parte del Coloquio, ¿quién se enteró de eso? Nadie. ¿Por qué hubo dos reconocimientos el día de la inauguración del Cervantino? Quién sabe. ¿Qué medios cubrieron el Coloquio? Pocos, muy pocos. Y encima del ninguneo, por esperar las fechas de la fiesta del espíritu el Coloquio se retrasó cinco meses y ahora andan trabajando horas extras porque ya tienen encima su siguiente edición en mayo próximo.

Golf sobre un juego de pelota prehispánico

Pues resulta que en las bahías de Huatulco, en donde en los últimos años se han descubierto diversos sitios arqueológicos, como juegos de pelota y vestigios arquitectónicos de lo que alguna vez fueron importantes asentamientos costeros, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) planeaba la construcción de un gran desarrollo inmobiliario con campos de golf incluidos. Nos recuerdan que en su momento el ex presidente Felipe Calderón anunció que iban a construir ahí un campo de golf pero por suerte, dicen, se le acabó el dinero a Fonatur y no alcanzaron a destrozar esa zona de humedales que, además de su relevancia ecológica, esconde importantes vestigios arqueológicos, tal como lo han estado demostrando los recientes hallazgos. Sin embargo, nos cuentan, los grandes desarrolladores turísticos aún tienen puestos los ojos en esa zona, por lo que arqueólogos y ambientalistas buscan dar a conocer la riqueza de esa zona y evitar la llegada del turismo depredador. Habrá que estar alertas.

Cómo fomentar la lectura y no morir en el intento

No hay fórmulas mágicas para garantizar el éxito de un proyecto de fomento a la lectura y el libro, pero Rafael Morcillo parece tener el secreto. En menos de cinco años llevó la Feria Internacional de la Lectura Yucatán (FILEY) a un nivel relevante y tuvo entre sus homenajeados a creadores de primer orden, como José Emilio Pacheco, Elena Poniatowska, Fernando del Paso y Juan Villoro. Ahora, con menos de cinco meses fuera de la FILEY y haciendo un trabajo de gestor cultural independiente, Rafael Morcillo ha creado el Centro Cultural Leer por Placer, en el barrio de Santiago; además ya instauró con un amplio grupo de lectores, el Día del Cuento en Mérida, Yucatán, que se celebrará cada 25 de septiembre; y también en menos de tres meses de instalado el nuevo espacio cultural ya ha tenido a dos invitados de lujo: Juan Villoro y Javier Aranda Luna. Ellos, nos cuentan, son de dos de los creadores más entusiastas con este nuevo centro cultual que cuenta con librería-cafetería que abre todos los días y que en los próximos días presentará su nuevo menú inspirado en la comida regional o comida de barrio, que nos cuentan, será muy apetitosa.

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