La Academia de San Carlos en peligro de caerse a pedacitos 

Una petición para detener la demolición del anexo de la antigua Academia de San Carlos en el Centro Histórico circula en change.org, nos cuentan. En el texto publicado en esa plataforma, la Asociación en Defensa de la Academia de San Carlos y sus Colecciones Artísticas indica que la Dirección de la Facultad de Artes y Diseño (FAD) de la UNAM ha iniciado el desalojo de una parte de la Academia para su demolición. Con ello, aseguran, se perderán talleres de talla en madera, textiles, esmaltes y el centro de cómputo. El pretexto para demoler esa parte del inmueble catalogado como Monumento Histórico es que presenta “daños estructurales”, pero aseguran que las autoridades no han podido demostrar ninguna prueba de ello. En el anexo, dicen, se cayó un pedazo del techo porque necesitaba mantenimiento y restauración, pero de ninguna manera, dicen, eso justifica que sea demolido.

En esa carta dirigida a las autoridades de la UNAM también acusan que hay una fractura en la Antigua Biblioteca por negligencia de personal encargado de museografía. Por estos comentarios, pareciera que dicho recinto se está cayendo a pedazos y la pregunta es ¿qué está haciendo la Dirección General de Patrimonio Universitario al respecto?

Colima tiende lazos fuertes con el Centro

Ni tardo ni perezoso el Gobierno del Estado de Colima y diez de sus municipios suscribieron hace unos días un convenio con la Secretaría de Cultura en el marco del Programa de Desarrollo Cultural Municipal (PDCM), a través del cual se canalizan recursos a proyectos que fomentan la promoción y difusión de las expresiones artísticas y culturales de los Estados. La relación con la entidad, nos confirman, es muy buena, tanto que los intercambios ya comenzaron a darse desde hace varias semanas cuando Colima se convirtió en el primer estado invitado a la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (FILIJ), incluso el gobernador colimense acudió a la conferencia de prensa del anuncio pero con las manos vacías porque no llevaba nada preparado, ni siquiera un adelanto de la participación que tendrán en noviembre en la nueva sede de la FILIJ, en el Parque Bicentenario.

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