Mosaicos de la época romana fueron dañados severamente en el proceso de su restauración en la ciudad turca de Hatay. Las obras perdieron su forma original al igual que su valor debido a las alteraciones que ahora presentan. que es el segundo más grande del mundo en estas obras pictóricas a base de pequeñas teselas. Los daños fueron ocasionados al menos a 10 mosaicos durante la tarea de restauración.

"Las obras dañadas eran piezas de la época romana que desafortunadamente dejaron de ser valiosas para ser caricaturas de lo que fueron", así lo asegura el artesano Mehmet Desjapan. Algunas de las obras que se vieron severamente dañadas representaban el sacrificio de Isaac y un retrato de Narciso.

Los medios de comunicación difundieron algunas imágenes de los daños en donde se muestran figuras desdibujadas y mosaicos en los que faltan partes. "El panel que vi no puede pertenecer al mosaico original del siglo II. Algunas piedras se perdieron, mientras que otras se desplazaron, de forma que ahora tienen un aspecto discordante", asegura Daskpan.

Daskpan estaba especialmente preocupado por el mosaico de Océano y Tetis que aun no ha sido dañado, por ello la suspensión de trabajos para proteger las piezas restantes era necesaria. "El gobierno investigará todo lo ocurrido, y por el momento se ha ordenado la suspensión de todas las tareas", asegura Mustafa Bozmeir, subdirector del Departamento de Museos del Ministerio de Cultura.

De acuerdo al diario turco Hurriyet Daily News el experto Daskpan ya había denunciado el daño al patrimonio cultural, sin embargo, nadie le hizo caso. Dastakan, lamentó que los mosaicos de la magnífica época romana hayan sido convertidos en una caricatura. "Especialmente aquellos modificados sobremanera respecto el original han perdido gran valor".

Este suceso se suma a la lista de piezas dañadas durante su restauración, en los que destacan el daño irreparable que ha ocasionado la máscara de Tutankamón en Egipto, hace ya cuatro meses, cuya barba fue mal pegada sin supervisión científica.

También es inevitable recordar al fallida restauración de Cecilia Giménez a un Ecce Homo en el este de España; una catástrofe pictórica sobre un fresco del siglo XIX que, más que una desgracia, fue motivo de burla y a la postre un beneficio para el pueblo de Borja.

Y ni hablar de la incorrecta intervención de la escultura ecuestre de Carlos IV, mejor conocida como "El Caballito", que fue intervenida para su restauración en 2013 pero el tratamiento sobre la pieza generó severos daños con la eliminación de la pátina que le cubría.

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