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Por considerar que las 30 obras que atendieron a la convocatoria del Premio INBA UAM “Guillermo Arriaga” 2015 presentaron “deficiencias en el nivel de investigación”, que tuvieron “insuficiente exploración” y presentaron “un exceso en la exhibición de recursos corporales y compositivos”, el jurado lo declaró desierto. La decisión ha creado polémica entre la comunidad dancística, que ha manifestado su desacuerdo en redes sociales.

El coreógrafo Arturo Garrido publicó un video en YouTube dando sus motivos para lamentar la decisión del jurado, así como advertir que a 35 años del galardón más importante que se otorga al gremio dancístico, con un monto de 200 mil pesos, su formato y concepto deben ser revisados y discutidos a profundidad.

“Es necesario especificar más la convocatoria del premio y de las becas, dada la gran diversidad de propuestas que hay; muchas obras quedan eliminadas no porque su planteamiento conceptual o resolución técnica sean malos, sino porque no coinciden con los gustos del jurado”, dijo.

La coreógrafa y bailarina Claudia Lavista escribió en su perfil de Facebook: “El premio era un referente muy importante y una plataforma fundamental para proyectos, pero me parece que ha envejecido en su pertinencia. La danza en México es tan amplia en sus conceptos y visiones creativas que es absurdo poner a competir, por ejemplo, propuestas como las del Colectivo AM con las de Miguel Mancillas. No se pueden ni deben medir con la misma vara. Es una pérdida de tiempo”.

Alonso Alarcón, uno de los finalistas, también expresó su desacuerdo: “¿Cómo entender la selección de finalistas para declarar un premio desierto? ¿Cómo procesar que después de mi primera presentación los miembros del jurado Evoé Sotelo y Mauricio Nava se me acercaron a felicitarme por el trabajo presentado y nos exhiben en una final para después declarar que por falta de trabajo e investigación no hay ganador?”, cuestionó.

Por su parte, Jaime Camarena, otro de los finalistas acusó al jurado de arrogante. “Dieron un paso gigante hacia la legitimación de la estupidez como moneda de cambio para nuestro quehacer. Una decisión sin precedentes que sin duda alguna afectará de manera sensible las estructuras ya de por sí endebles de convivencia y respeto del sector. Bravo”.

El jurado estuvo conformado por Evoé Sotelo, Gilles Jobin, Mauricio Nava, Mónica Valenciano, Rossana Filomarino y Tino Fernández; y los coreógrafos finalistas fueron Alarcón, Camarena, Patricia Marín, Viko Hernández y Shanti Vera.

También en Facebook, Sotelo brindó una amplia defensa de la decisión del jurado: “Quienes expresan su inconformidad argumentando que en la decisión de declarar desierto el premio se pierde un apoyo económico para la danza y que es preferible nombrar ganadora a cualquier obra de las seleccionadas finalistas con tal de asegurar la permanencia de la participación económica de la UAM dentro de este concurso, me parecen absolutamente equivocados”.

Filomarino dijo: “No estuve de acuerdo con esta posición, peleé pero la mayoría ganó, de cuatro contra dos... Y todo mundo cree que la negación del premio se debe básicamente a mí”.

Mientras que Nava aseguró: “No hay soberbia. No hay posturas de valentía y heroísmo. No hay manipulación institucional hacia los jurados. No hay nada personal con nadie y entre nadie”.

La declaratoria del premio se dio en el marco de la clausura del Encuentro Nacional de Danza, que este año se realzó en la ciudad de Torreón.

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