Científicos australianos han utilizado el aceite de soya para producir, de un modo más económico, uno de los materiales más prometedores a nivel tecnológico y, a la vez, uno de los más complejos y costosos de producir: el grafeno.

Este material de carbono, que tiene un átomo de espesor 200 veces más fuerte que el acero y excelentes propiedades electrónicas, mecánicas, térmicas y ópticas, según la Organización de Investigación Científica e Industrial de Australia (Csiro), que ha liderado este trabajo.

El grafeno se produce habitualmente en un ambiente altamente controlado con gases comprimidos explosivos, mediante un proceso que requiere largas horas de funcionamiento a altas temperaturas y un extenso procesamiento al vacío”, informa Rachael Vorwerk, portavoz de esta agencia gubernamental.

En Csiro han desarrollado una nueva tecnología denominada GraphAir, que elimina la necesidad de un ambiente altamente controlado y que genera una película de grafeno en el aire del ambiente, con un precursor natural (sustancia necesaria para producir otra al ser procesada), haciendo su producción más rápida y sencilla, afirman.

“Este nuevo proceso, que transforma el aceite de soya –un material natural y renovable– en películas de grafeno en un solo paso es rápido, sencillo, seguro, potencialmente escalable y puede integrarse en los sistemas de producción actuales”, según Zhaojun Han, coautor del trabajo.

jpe

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