Guillermo González Camarena fue uno de los personajes más ilustres de México durante el siglo XX, fue un inventor que logró el reconocimiento público por sus aportaciones a la televisión, además de ser un impulsor en la naciente industria televisiva en México.

La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) lo reconoce como el inventor de la televisión a color y le otorgó la medalla de oro reconociéndole la invención del primer sistema de televisión a color.

Afirma Guillermo González Camarena Becerra Acosta, su primogénito, que vivió inventando juguetes y probando nuevas tecnologías en su casa ubicada en Havre 74, una vieja construcción de principios de siglo de la colonia Juárez, en la Ciudad de México, donde se realizó la primera transmisión a color de la televisión.

Sus primeros años

Guillermo González Camarena nació el 17 de febrero de 1917, en Guadalajara, Jalisco. Sin embargo, a la corta edad de dos años se mudó a la Ciudad de México junto con su familia.

Su infancia transcurrió muy diferente respecto a los demás niños de la época, “mientras muchos preferían salir a jugar, mi papá se quedaba en el sótano de su casa a fabricar juguetes movidos por electricidad”, explica Guillermo González Camarena Becerra Acosta.

El sótano de la casa de Havre 74 lo compartían Guillermo y Jorge González Camarena, este último se convertiría en un gran muralista de la historia de México. Ellos y sus seis hermanos conformaban la familia del inventor, encabezada por sus padres, Arturo González y Sara Camarena.

El compromiso de González Camarena con sus inventos era tal que utilizaba sus domingos para comprar todo lo que necesitaba para armar aparatos eléctricos y juguetes movidos por la electricidad en Tepito y La Lagunilla. A tan solo 12 años de edad, armó su primer radiotransmisor. La electricidad era lo que le apasionaba.

Debido a que su padre murió cuando él apenas tenía seis años, tuvo una relación muy corta con él. “Mi abuelo falleció de cáncer, y esa fue la razón por la que en 1919 se vino toda la familia desde Guadalajara a vivir en la Ciudad de México. Estaban buscando la mejor atención médica”.

Guillermo González Camarena Becerra Acosta se refiere a su abuela como una mujer extraordinaria, pues cuenta que le daba a sus hijos grandes libertades para la época. “Incluso apoyó a mi tío Jorge en todas sus aventuras artísticas siendo un pintor en el seno de una familia tradicionalmente conservadora, siempre respaldó a todos sus hijos en lo que quisieran hacer”.

Después de armar su primer transmisor de radioaficionado, su vocación ya estaba clara, por lo que un año después, en 1930 ingresó a la Escuela de Ingenieros Mecánicos y Electricistas (EIME), lo que hoy es la Escuela Superior de Ingenieros Mecánicos y Electricistas (ESIME) del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

“Estudió ingeniería eléctrica, pero a partir de ahí su educación fue autodidacta, él ya estaba estudiando las nuevas tecnologías como la televisión cuando nadie en el México de 1930 conocía lo que era eso”, afirma en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt.

En 1927 se realizaron las primeras emisiones públicas de televisión y las realizó la British Broadcasting Company (BBC) en el Reino Unido, por lo que esta tecnología llamó mucho la atención del joven González Camarena. Al mismo tiempo que estudiaba y trabajaba como operador de radio en la radioemisora de la Secretaría de Educación, construyó su primera cámara de televisión.

“Esta cámara la construyó en 1934 con piezas que parecían inservibles de radios viejas u otros aparatos electrónicos obtenidas en los mercados de La Lagunilla y Tepito, esto lo pagaba con su salario como operador de radio”, comentó.

Se despide un gran inventor

Guillermo González Camarena fue un hombre dedicado y apasionado a todo lo que hacía. “Una vez me encargaron una maqueta en la escuela, y cuando llegó de trabajar y me vio sufriendo con la plastilina, me empezó a ayudar. Me venció el sueño y no lo terminé, cuando me levanté había una escultura de plastilina impresionante digna de firmarse por cualquier escultor”, contó su hijo.

Tan solo 10 días después de haber presentado el 8 de abril de 1965 el Sistema Bicolor Simplificado en la Feria Mundial de Nueva York, donde se transmitieron imágenes diversas a color en el pabellón mexicano, Guillermo González Camarena falleció a causa de un accidente automovilístico en el cerro de Las Lajas, Veracruz, cuando regresaba de inspeccionar un transmisor repetidor del Canal 5.

A su muerte, relata su hijo, no hubo quién siguiera impulsando el sistema recién presentado por su padre, por lo que truncó su escalamiento en el mundo. Pero aun así muchas empresas e instituciones en el mundo siguieron desarrollando la tecnología.

En el evento de su muerte iban sus dos hijos a bordo del vehículo, los dos resultaron gravemente lesionados, pero gracias a la intervención de los médicos, entre ellos el doctor Rafael Moreno Valle, lograron sobrevivir.

“Cuando murió mi papá yo tenía 13 años y no sabía la personalidad que era. Al mes de su muerte, que inauguraron la primera escuela con su nombre, me empecé a dar cuenta de esto y se hicieron todo tipo de homenajes. Pero el homenaje más bonito es el del reconocimiento de la gente”, asegura.Carlos Chimal al conocer la historia de Guillermo González Camarena lamentó su trágico final porque considera que todavía tenía mucho que dar. “Es justo lo que le pasa a México, cuando estamos a punto de despegar, algo nos interrumpe”.

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