Las hormigas de una colonia transportan de forma cooperativa grandes trozos de comida hacia sus nidos, pues forman un numeroso equipo para hacer el trabajo pesado y pequeños grupos de “exploradoras” intervienen y las dirigen por periodos cortos.

En este transporte cooperativo es de vital importancia que cada una de las hormigas cumplan su parte y alineen sus fuerzas, lo que muestra un balance matemático perfecto entre individualidad y conformismo, de acuerdo con una nueva investigación.

Científicos de Israel descubrieron esta cooperación estratégica mediante el análisis de videos, en los cuales hormigas -de una especie común conocida como Paratrechina longicornis- llevan alimentos de gran tamaño.

Estas pequeñas criaturas cambian de dirección con frecuencia cuando transportan trozos grandes, es decir aparentemente avanzan sin rumbo, pero los resultados de la investigación sugieren que ese comportamiento está de hecho “muy bien definido”.

Después de que las “exploradoras” descubren la comida, se produce una fase de reclutamiento de un enorme equipo de “transportadoras”, las cuales se dirigen al lugar donde se encuentra el alimento para comenzar el transporte cooperativo.

“El grupo está sintonizado para ser máximamente sensibles a las hormigas líder”, explica el doctor Ofer Feinerman, físico del Instituto de Ciencia de Weizmann, en la ciudad israelí de Rehovot, y autor principal de la investigación.

Según los científicos, las hormigas parecen tener “la cantidad justa” de individualismo errático y conformismo, ya que alrededor del 90% de las veces “van con la corriente” y tiran en la misma dirección que las demás.

Esto significa que cada equipo de transporte trabaja en conjunto y evita un infructuoso estira y afloja, pero lo más importante es que su conformismo permite que una sola hormiga exploradora con nueva información se una al equipo y cambie la dirección en que avanzan.

Estas hormigas líderes dirigen al grupo de “transportadoras” durante periodos cortos y se van turnando, señalan los investigadores en un artículo publicado en la revista especializada Nature Communications.

El doctor Feinerman afirma que la hormiga líder no tiene que presentarse a sí misma, ni tiene que ser más fuerte que las otras, “sólo tiene que guiar en la dirección correcta”.

“La única comunicación en el equipo es la fuerza que se siente a través del objeto” , agregó el investigador en declaraciones a la cadena pública de noticias BBC.

kal

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