En el ecuador de Mercurio se extiende una cuenca formada por impactos de meteoritos y cubierta por materiales volcánicos apenas conocidos. Ahora, un grupo de científicos españoles ha constatado que se formó en dos procesos muy distintos, en los que la corteza del planeta se enfrió de forma progresiva.

La salida de Plutón del grupo de planetas del sistema solar convirtió a Mercurio en el más pequeño de la lista, recordó la Universidad Complutense de Madrid (UCM) en una nota de prensa.

Equivalente a solo 0,055 tierras, los entresijos de este cuerpo rocoso -el más próximo al Sol- continúan "siendo un misterio para los científicos", según esta universidad, implicada en la investigación.

Gracias a la sonda Messenger de la NASA, científicos de la UCM, del Instituto de Geociencias (CSIC-UCM) y de la Universidad Politécnica de Madrid han analizado cómo se crearon las llanuras volcánicas de la citada cuenca en el ecuador del planeta.

"La gran mayoría de estructuras geológicas que aparecen en Mercurio se han originado por compresión, cuando la corteza ha sido comprimida por fuerzas tectónicas hasta romperla y montar unas rocas sobre otras" , explicó Valle López, geóloga del Instituto de Geociencias y autora principal del estudio publicado en "Icarus".

Esas fuerzas se generaron cuando el planeta se fue enfriando al perder su calor interno, añadió.

La investigación ha revelado que las condiciones bajo las que se deformó esta cuenca cambiaron de manera sustancial a lo largo del tiempo, algo desconocido hasta ahora.

Los científicos han definido dos fases de deformación en las llanuras volcánicas que alberga la cavidad rocosa.

Además de crearse en diferentes épocas geológicas, las dos fases presentan claras diferencias, tanto en su orientación como en sus estructuras.

La fase tectónica más antigua registra una orientación noreste-suroeste y está caracterizada por crestas relativamente bajas y próximas entre sí; la más moderna, con una orientación noroeste-sureste, cuenta con estructuras de mayor relieve y más separadas.

Todas estas huellas revelan que el planeta ha sufrido un intenso bombardeo de meteoritos a lo largo de su historia, algo que también ha ocurrido en la Tierra.

La sonda Messenger concluyó su misión el pasado abril tras más de 10 años en funcionamiento, colisionando contra el planeta: "Otra oportunidad de volver a Mercurio nos la brindará la sonda BepiColombo, cuando se lance en 2017 y llegue allí en 2024" , según López.

kal

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